PARTICULAR AUTORREFERENCIA

Naturalmente nos vemos tentados a considerar como las más válidas a todas aquellas palabras y acciones que se asemejan a nuestro propio y particular (de "parte", de partícula") pensamiento como si este fuera el principal, el mejor y el más amplio, cosa que carece de todo sentido y que luce como la más asible y obvia alternativa por cuanto la conclusión más autorreferente es apostar por la imposibilidad de trascender nuestra padecida identidad individual.
Tal último aspecto reniega de facto de la categoría y poder de la objetividad respecto del valor plenipotenciario que solemos atribuir, como ya se ha expuesto, a lo subjetivo como otorgador de coherencia