[De mi antigua bitácora. Fecha original de Publicación 4 de Septiembre de 2006]
Ver también este post
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1
[Estudiar arquitectura en Valparaíso es como estudiar arqueología en Atenas]
Nos formaron en mi facultad en torno a la capacidad de observar el espacio real. Pero este “observar” no alude a ese “mirar con atención” para simplemente agregar algunas palabras “inteligentes”. Este “observar” implica decir algo en torno a unos apuntes de dibujo que reflejan lo que se vio; y eso que se vio es abstracto en cuanto recoge, del infinito contenido de lo que se percibe, solo aquello importante para la Síntesis de comprensión tridimensional.
Entonces observar arquitectónicamente implica hablar algo, en base a aquello que en dibujos se apuntó, pero con la agudeza tal que sea capaz de revelar originalmente aquello que no solamente termina por ser objetivo, sino que además es intrínsecamente creador, en cuanto propone y establece reglas para comprender y representar lo que se percibe, y que a la vez permite “conformar” en el espacio elementos que recojan estos principios observados.
Entonces nos mandaban a dibujar a la ciudad, pero no para “ir soltando la mano para ponernos más buenos para el dibujo”, sino que para ir consolidando una unión del cerebro con el ojo y con la mano, por decirlo de alguna manera. Piensen en Leonardo así como un colmo excepcional de lo que digo; él pensaba dibujando desde lo que veía.
Para aproximarse hacia donde apunto, vean el croquis siguiente:
Cuando lo dibujé (el original de esta versión copiada debe medir unos cincuenta por cincuenta centímetros y tardé en hacerlo, creo que más de una hora sentado en la cuneta exterior) quise recoger la amplitud que se hace contemplable;…
…de alguna manera este espacio ubicado en la quebrada de los cerros Las Cañas y El Litre de Valparaíso, realizado por ahí por 1988, se abre “para ser visto” (aludo a una cierta intencionalidad del Paisaje queriendo expresar en realidad que se hace evidente una cualidad del lugar), y es de esta manera que cuando se pasa frente a él, lo más natural es pasar mirando la profundidad hacia el cerro, porque ella es amplia, distante, diversa y compleja a la vez. Lo contrario ocurría cuando se bajaba por la misma quebrada, ya que en ese tránsito lo más normal era ir mirando el mar y la bahía.
Entonces desde esta doble manera de estar en un mismo espacio, pude aludir preliminarmente al “acto” que sintetizaba lo que veía y recogía; llamé a esto en principio una “frontalidad contrapuesta” de quienes pasaban con respecto a quienes bajaban.
¿Se dan cuenta que esta “frontalidad contrapuesta” habla inmediatamente de una cierta regla espontánea, objetiva y reveladora, para quienes están en ese sitio, que en definitiva permite ir a formas arquitectónicas que recojan esta “frontalidad contrapuesta”, para lograrla, para evitarla, para sugerirla, para consolidarla, para eliminarla, etc., según sea la valoración que de esto observado se haga?. Todo en base, por supuesto, al encargo que se tenga; ¿una casa?, ¿una sede social?, ¿un atrio?, ¿un estadio?; ¿y adonde?; ¿en un espacio inverso al que se ve en el croquis de más arriba en cuanto plano y no enfrentado?, ¿en una situación similar pero en otro lugar?; ¿en el mismo lugar?
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2
[Ciudad de ejemplos y contraejemplos]
En una ladera de Playa Ancha, Valparaíso, descubrí esta casa (1989). Ella tenía algo valorable y rescatable arquitectónicamente; se planteaba en una suerte de “espacialidad doble” y complementaria en esto de “ajardinar la pendiente que está debajo de la casa y en su borde desarrollar la escalera, así como para subir con el jardín a la izquierda como espacio para ver e incorporar al recorrido. Llegando arriba estaba la casa, común y silvestre por decirlo de alguna manera, pero dispuesta con su balcón (que a la vez era el techo del jardín de la subida) para “estarse ante la bahía”, como no, que es lo que busca la mayoría de los porteños).
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[Estudiar arquitectura en Valparaíso es como estudiar arqueología en Atenas]
Nos formaron en mi facultad en torno a la capacidad de observar el espacio real. Pero este “observar” no alude a ese “mirar con atención” para simplemente agregar algunas palabras “inteligentes”. Este “observar” implica decir algo en torno a unos apuntes de dibujo que reflejan lo que se vio; y eso que se vio es abstracto en cuanto recoge, del infinito contenido de lo que se percibe, solo aquello importante para la Síntesis de comprensión tridimensional.
Entonces observar arquitectónicamente implica hablar algo, en base a aquello que en dibujos se apuntó, pero con la agudeza tal que sea capaz de revelar originalmente aquello que no solamente termina por ser objetivo, sino que además es intrínsecamente creador, en cuanto propone y establece reglas para comprender y representar lo que se percibe, y que a la vez permite “conformar” en el espacio elementos que recojan estos principios observados.
Entonces nos mandaban a dibujar a la ciudad, pero no para “ir soltando la mano para ponernos más buenos para el dibujo”, sino que para ir consolidando una unión del cerebro con el ojo y con la mano, por decirlo de alguna manera. Piensen en Leonardo así como un colmo excepcional de lo que digo; él pensaba dibujando desde lo que veía.
Para aproximarse hacia donde apunto, vean el croquis siguiente:
Cuando lo dibujé (el original de esta versión copiada debe medir unos cincuenta por cincuenta centímetros y tardé en hacerlo, creo que más de una hora sentado en la cuneta exterior) quise recoger la amplitud que se hace contemplable;…
…de alguna manera este espacio ubicado en la quebrada de los cerros Las Cañas y El Litre de Valparaíso, realizado por ahí por 1988, se abre “para ser visto” (aludo a una cierta intencionalidad del Paisaje queriendo expresar en realidad que se hace evidente una cualidad del lugar), y es de esta manera que cuando se pasa frente a él, lo más natural es pasar mirando la profundidad hacia el cerro, porque ella es amplia, distante, diversa y compleja a la vez. Lo contrario ocurría cuando se bajaba por la misma quebrada, ya que en ese tránsito lo más normal era ir mirando el mar y la bahía.
Entonces desde esta doble manera de estar en un mismo espacio, pude aludir preliminarmente al “acto” que sintetizaba lo que veía y recogía; llamé a esto en principio una “frontalidad contrapuesta” de quienes pasaban con respecto a quienes bajaban.
¿Se dan cuenta que esta “frontalidad contrapuesta” habla inmediatamente de una cierta regla espontánea, objetiva y reveladora, para quienes están en ese sitio, que en definitiva permite ir a formas arquitectónicas que recojan esta “frontalidad contrapuesta”, para lograrla, para evitarla, para sugerirla, para consolidarla, para eliminarla, etc., según sea la valoración que de esto observado se haga?. Todo en base, por supuesto, al encargo que se tenga; ¿una casa?, ¿una sede social?, ¿un atrio?, ¿un estadio?; ¿y adonde?; ¿en un espacio inverso al que se ve en el croquis de más arriba en cuanto plano y no enfrentado?, ¿en una situación similar pero en otro lugar?; ¿en el mismo lugar?
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2
[Ciudad de ejemplos y contraejemplos]
En una ladera de Playa Ancha, Valparaíso, descubrí esta casa (1989). Ella tenía algo valorable y rescatable arquitectónicamente; se planteaba en una suerte de “espacialidad doble” y complementaria en esto de “ajardinar la pendiente que está debajo de la casa y en su borde desarrollar la escalera, así como para subir con el jardín a la izquierda como espacio para ver e incorporar al recorrido. Llegando arriba estaba la casa, común y silvestre por decirlo de alguna manera, pero dispuesta con su balcón (que a la vez era el techo del jardín de la subida) para “estarse ante la bahía”, como no, que es lo que busca la mayoría de los porteños).
3
[Una condición de habitar los cerros llevada a su máxima plenitud]
En el ejemplo del post 1 (que corresponde al croquis que repito antes de estas palabras, pero en tamaño más reducido), se ve un hecho que es común en Valparaíso y que es el siguiente: los fondos de quebradas, por la necesidad de terraplenarlas para el paso del camino de cintura que recorre gran parte de la ciudad a medio cerro, deja explanadas hacia el fondo, que son ocupadas de diversas maneras. Un modo común es la habilitación de solares artificiales; unos se quedan como Bienes Nacionales de Uso Público (plazas, caminos o calles) y otras se constituyen como propiedad privada. El caso arriba expuesto es un ejemplo de lo primero, donde, en esos años, se usaba el gran terraplén resultante como cancha de fútbol espontánea y como pasada de quienes bajaban desde las laderas de ambos cerros hacia el “plan de Valparaíso”.Una vez, en esa misma década, me tocó ver al Circo Timoteo de esos años instalado en el lugar (que no era más que unos carros de lata y jirones de carpas al viento).
[Una condición de habitar los cerros llevada a su máxima plenitud]
En el ejemplo del post 1 (que corresponde al croquis que repito antes de estas palabras, pero en tamaño más reducido), se ve un hecho que es común en Valparaíso y que es el siguiente: los fondos de quebradas, por la necesidad de terraplenarlas para el paso del camino de cintura que recorre gran parte de la ciudad a medio cerro, deja explanadas hacia el fondo, que son ocupadas de diversas maneras. Un modo común es la habilitación de solares artificiales; unos se quedan como Bienes Nacionales de Uso Público (plazas, caminos o calles) y otras se constituyen como propiedad privada. El caso arriba expuesto es un ejemplo de lo primero, donde, en esos años, se usaba el gran terraplén resultante como cancha de fútbol espontánea y como pasada de quienes bajaban desde las laderas de ambos cerros hacia el “plan de Valparaíso”.Una vez, en esa misma década, me tocó ver al Circo Timoteo de esos años instalado en el lugar (que no era más que unos carros de lata y jirones de carpas al viento).
Auditorio "Alfredo Guillermo Bravo" de la I. Municipalidad de Valparaíso |
4
[Otra manera de ocupar la pendiente en base a descender construyendo.
Un día volveré a la quebrada de Las Cañas con el Litre a ver como va la aventura de esta quebrada, casi veinte años después de observar estas cosas][Otra manera de ocupar la pendiente en base a descender construyendo.
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P.S.:
* El "club" aludido no era tal. El lugar se llama "Auditorio Alfredo Guillermo Bravo", y es de la I. Municipalidad de Valparaíso. El día de hoy, Domingo 17 de Julio de 2011, pasé por ahí, y buen cuidado tuve de memorizar este nombre.
5 comentarios:
Hola
soy estudainte de la Carrera de arquitectura de la UV
estoy en taller de primer año, y la verdad es que ha sido un gran problema el saber contruir una observacion, lei lo que has escrito, pero me gustaria saber si puedes escribir más acerca de esto
y asi lograr un poco de ayuda...
lo agradeceria..
Adios.
Anda a mi antiguo Blog
http://smcarq.bitacoras.com/
archivos/2006/09/04/
valparaiso-y-la-observacion-arquitectonica-1
(La dirección va toda junta, sin espacio ni saltos, lo que pasa es que si no la corto, sale trunca en la ventana del comentario)
En ese post, hay un link al final, a la segunda parte y a la tercera y a la cuarta parte, si no me equivoco.-
Saludos y suerte (¿estudias en la UV de Rengo?)
Lo que tengo ya lo señalé en el comment de más arriba; suerte.
En mi Bitácora anterior de http://smcarq.bitacoras.com ; ahí están los 4 posts sobre el tema.
No, estudio en Valparaiso!
En verdad Gracias
espero poder seguir haciendo preguntas XD!
A los futuros visitantes de este post...
Estimados:
Dada la gran cantidad de visitas que recibo hacia este post, he concentrado los 3 posts relacionados en este mismo lugar.
Saludos y suerte.
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