nca“Casablanca” (1942) / Textos experimentales realizados
en base a la película de Michael Curtiz
Texto Lineal Retrospectivo Simétrico Simple A
←.finalmente el líder de la resistencia y su esposa han logrado huir en el anhelado vuelo salvador desde Casablanca. Se alejan dos hombres por la losa del aeropuerto neblinoso de la ciudad, plácidamente conformados por su definitiva apuesta en pos una justicia liberadora, tras ultimar a balazos a la autoridad nazi, encubiertos en los fueros policiales de uno de ellos en vistas a la evidente apuesta del otro de enfrentar su nobleza, capaz de renunciar al más puro y romántico amor del cual fuera despojado en otros años más nobles que recuerda, cuando aún no fuera el dueño de aquel Café legendario donde, en una noche de amanecida se emborrachara de despecho y soledad, a la espera de su amada, dibujada cual silueta en la entrada del lugar, para dar pie a su nueva posibilidad de volver a mirarse a los ojos, tras esa espera lluviosa, en un andén de una estación de ferrocarriles en París. ← → En el Marruecos Francés acontece el drama colectivo de miles de inmigrantes que se alejan de una Europa en pie de guerra, en tiempos de la plena ocupación alemana, paradojal y patéticamente coronada por el acaecido desfile de sus tropas a través del Arco de Triunfo. En tales circunstancias florece la multitud de un mosaico humano plagado de tragedias y atolondradas decisiones en pos de la huida. Casablanca es cuna y albergue de oportunistas capaces de atesorar la desesperación ajena por medio del contrabando, el tráfico de influencias, la falsificación, y otras acciones de cuyos efectos cínicamente unos se ufanan y otros pocos se avergüenzan. Rick, en su Café, da acogida a toda la fauna aludida, que se aviene a sus noches de música y apuestas clandestinas amparadas, para darse encuentro con sus contrapartes correspondientes, capaces de comerciar la huida, a cambio de la ajena fortuna o de la denigrante posibilidad. Ante tales eventos llega su amada, del brazo del íntegro y heroico líder de la resistencia, con el cual siempre estuvo desposada, inclusive en el Paris de aquellos años cuando ambos se entregaran al amor. Ilse sabrá darse el momento para su desafortunado primer reencuentro, pendiente desde aquel día lluvioso en el andén ferroviario de la capital de la Francia ocupada.→
Texto Lineal Retrospectivo Simétrico Simple B
→ En el Marruecos Francés acontece el drama colectivo de miles de inmigrantes que se alejan de una Europa en pie de guerra, en tiempos de la plena ocupación alemana, paradojal y patéticamente coronada por el acaecido desfile de sus tropas a través del Arco de Triunfo. En tales circunstancias florece la multitud de un mosaico humano plagado de tragedias y atolondradas decisiones en pos de la huida. Casablanca es cuna y albergue de oportunistas capaces de atesorar la desesperación ajena por medio del contrabando, el tráfico de influencias, la falsificación, y otras acciones de cuyos efectos cínicamente unos se ufanan y otros pocos se avergüenzan. Rick, en su Café, da acogida a toda la fauna aludida, que se aviene a sus noches de música y apuestas clandestinas amparadas, para darse encuentro con sus contrapartes correspondientes, capaces de comerciar la huida, a cambio de la ajena fortuna o de la denigrante posibilidad. Ante tales eventos llega su amada, del brazo del íntegro y heroico líder de la resistencia, con el cual siempre estuvo desposada, inclusive en el Paris de aquellos años cuando ambos se entregaran al amor. Ilse sabrá darse el momento para su desafortunado primer reencuentro, pendiente desde aquel día lluvioso en el andén ferroviario de la capital de la Francia ocupada.→ ←.finalmente el líder de la resistencia y su esposa han logrado huir en el anhelado vuelo salvador desde Casablanca. Se alejan dos hombres por la losa del aeropuerto neblinoso de la ciudad, plácidamente conformados por su definitiva apuesta en pos una justicia liberadora, tras ultimar a balazos a la autoridad nazi, encubiertos en los fueros policiales de uno de ellos en vistas a la evidente apuesta del otro de enfrentar su nobleza, capaz de renunciar al más puro y romántico amor del cual fuera despojado en otros años más nobles que recuerda, cuando aún no fuera el dueño de aquel Café legendario donde, en una noche de amanecida se emborrachara de despecho y soledad, a la espera de su amada, dibujada cual silueta en la entrada del lugar, para dar pie a su nueva posibilidad de volver a mirarse a los ojos, tras esa espera lluviosa, en un andén de una estación de ferrocarriles en París. ←
[©SmcArq]
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