Cuando los gobiernos ponen al dinero por encima de las personas, crece lo primero y sufren mucho las segundas pero, cuando los gobiernos ponen a las personas por sobre el dinero, este último tiende a terminarse y las primeras no sólo sufren sino que, además, pierden la oportunidad de, al menos, optar por alguna salida mínima a su empobrecimiento.
No es demasiado difícil entender que los gobiernos no pueden desentenderse de las personas, ni del dinero y que es propio de pensamientos defectuosos y limitados el condenar a una opción por sobre la otra, del mismo modo como en tu familia no puedes permitirte darle todo a los tuyos a cualquier costo, como tampoco puedes dedicarte sólo al trabajo, desentendiéndote de tus seres queridos.
[Libre Experimentación Artística desde la Escritura] + [Pensamiento Creativo] + [Filosofía]
lunes, 15 de octubre de 2018
INTEGRAR LAS CIRCUNSTANCIAS NO IMPLICA BUSCAR EL TÉRMINO MEDIO SINO ALTERNAR LAS INTENSIDADES IMPORTANTES


miércoles, 4 de mayo de 2016
TODO REGRESA SIEMPRE HACIA EL GRAN BENEFACTOR IRREFUTABLE
Todo esplendor de toda civilización tiende al vástago residual, al pormenor privilegiado, al remanente de riqueza reservada a la casta, ya sea política o dinástica.
Luego pasan los milenios y quedamos encandilados por todos esos excesos abusivos, diseñados para satisfacer egos y aspiraciones de trascendencia; cúpulas, sepulcros, ejes viales aporticados, arcos triunfales, lagos coronados por exquisitas glorietas íntimas y múltiples, jardines infinitos, canales entre llanuras resecas, navíos dorados, ciudades rodeadas de ciudadelas en cuyo centro se engasta una suerte de aldea magna y protegida, anfiteatros, columnatas en espiral, capiteles áureos, frisos épicos, bulevares triunfales, joyas superlativas, legiones de consortes subordinadas, carruajes inoperantes en su boato, enciclopedias pauteadas hasta en sus más mínimos detalles promotores y miles de ofensas a la sobriedad, vueltas ejemplos de grandezas idas. Siempre tendientes al margen superior, a la casta avispada, al hijo del hijo del nieto de la amante predilecta. Una mezcla selecta de múltiples vértigos, constelados de ansias de poder, egocentrismo, altruismo deforme, ansias de notoriedad y placer retorcido, desplegado en diversas y personales afinidades atractivas y turbias vueltas instrucciones fundadoras y estratégicamente dirigidas a un desarrollo que se muerde la cola, en pos de un eterno retorno a las propias arcas privadas del gestor, auto erigido como el Gran Benefactor Irrefutable

