miércoles, 23 de diciembre de 2009

La Pulenta

[De mi antigua bitácora. Fecha original de Publicación 14 de Noviembre de 2006]

[©SmcArq] Pensaba el otro día en cómo sería mi vida si no tuviera ninguna, pero ninguna limitación económica de ningún tipo. Ejemplo: ganar unos dos mil quinientos millones de pesos.

Llegué a la conclusión que no necesariamente estaría mejor que ahora, puesto que teniendo todo el tiempo del mundo para hacer lo que quisiera, podría darse la posibilidad de aplazar indefinidamente aquellas cosas que no fueran urgentes.

Podría ser que la tranquilidad me llevara a una especie de inactividad improductiva fruto de la falta de necesidades y que de una semana a un mes y a un año sabático y a una vida sabática no hubiera más que un chasquear de dedos.

Cuando tuve la ocasión de tener todo el tiempo que quisiera para mí, siempre hice lo mismo; buscar el silencio y la falta de estímulos intensos para dedicarme a pensar y a trabajar en mis afanes literarios y filosóficos. Siempre tendiendo a la tranquilidad más despojada de grandes eventos; siempre algo distante y retirado.

Siempre ir a caminar solo por ahí cerca, y reparar en los detalles de una pared, en la vida simple de esta y de esta otra persona; siempre buscando la falta de estímulos desbordantes, así como para ir viendo la inalterabilidad del mundo en sus detalles poco trascendentes.

Y así; he estado pensando que la vida que me sirve vivir, es aquella que me deja en posición de no sentir el fárrago de impulsos.

Con quien es mi actual esposa, salíamos estando de novios, por Valparaíso a descubrir aquellos negocios viejos que tenían cosas que ya no se encuentran, ¡qué se yo!; vajillas viejas, azucareros obsoletos, bolsones de colegio en desuso, juguetes plásticos de cuando éramos niños, y disfrutar mirándolos, y cosas por el estilo.

La vida que he elegido vivir no tiene nada que ver con la bulla y la vigencia de lo nuevo que viene a obnubilar a lo permanente. Restar; esa pareciera ser la fórmula que me seduce; restar hasta el tedio; hasta el tedio más silencioso y vacío, para encontrar el propio silencio, que no es más que la calma que a mi cerebro le cuesta encontrar, con la verdadera impaciencia de pensar y pensar en el paso siguiente de mi obra y de la construcción de lo que, creo, vendría siendo mi legado a los míos y al resto de las personas. Algo distante y algo desinteresado de la opinión del resto (algo desinteresado, no completamente) pero qué se le va a hacer.

1 comentario:

Sergio Meza C. dijo...

Mr. " Kraxpelax":

Le rogaría no promocionarse dentro de un post no destinado a aquello.

Es impertinente usar un lugar destiando a otros fines para los propios, sin atingencia, pertinencia o afinidad alguna.

Yo no como en el baño ni duermo sobre la mesa del comedor (por lo menos no lohago !sano y bueno"). Valga la metáfora.

Para ir a la Página Principal de este Blog hacer click AQUÍ

Linkwithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...