domingo, 18 de octubre de 2020

UNA SINGULAR MANERA DE DESTILAR UN AFORISMO

▪PRIMERA PARTE▪
- La gruesa y difusa frontera -

El dinero es muy extraño. Representa lo que necesitas. Si tienes el dinero suficiente puedes satisfacer tus necesidades básicas propias o ajenas. Pero el dinero no es capaz de resolver absolutamente nada más que las necesidades básicas. Obviamente todos tenemos una medida muy distinta, respecto de aquello que es lo básico pero, dicho todo lo anterior, pasada cierta frontera bastante difusa, gruesa y tenue, todo lo demás que adquieres, lisa y llanamente, sobra.

▪SEGUNDA PARTE▪
-La simpleza de la vida es aptitud o utopía-

Se predica y hacen gárgaras muy a menudo con todo eso de vivir la vida simplemente. La mayoría de nosotros no tenemos ni la más mínima idea de lo que significa la simpleza. En el peor de los casos puede que el acceder a ella no sea sino un tema de aptitudes que llegan de fábrica. O sea, naciste para ser simple o no.

▪TERCERA PARTE▪
- Las estratégicas elecciones parecen ser clave -

Desde niños optamos. Si tenemos la suficiente inteligencia plena (no una en particular, sino una feliz combinación de todas) podemos ir eligiendo lo mejor para nuestras vidas. Tampoco es llegar y decir qué es lo mejor - cada quien tiene una respuesta diferente - pero podría estar relacionado con aquello que nos permita vivir con lo necesario de un modo simple.

▪CUARTA PARTE▪
- La vida en base a excusas -

Hay un modo muy cómodo de darse respuestas inmediatas, respecto de cualquier escrutinio que hagamos sobre como vivimos. Por ejemplo si estoy empecinado en acumular bienes, puedo justificarlo con el futuro de la propia descendencia o de la familia. También aplica el predicar la máxima austeridad en la vida de uno y los demás cuando no se tiene ni para hacer cantar a un ciego, ni hay ganas derse semejante "molestia".

▪QUINTA PARTE▪
- La medida es intransferible y así sirve, para no moverse -

Nadie tiene por qué venir a decirle a otro cómo vivir. Esta norma de convivencia sirve mucho para justificar cualquier situación personal, en cuanto uno puede autoconvencerse que cualquier estado, por desmejorado o desequilibrado que esté, vale si uno, retóricamente, lo proclama.
Lo que se busca es la estabilidad y, en tal búsqueda, podemos caer en la trampa de ver cualquier estado como el que mejor nos otorga tal situación de predictibilidad.

▪SEXTA PARTE▪
- La trampa de toda relatividad -

Cuando nos revelamos a toda posibilidad de aceptar reglas sociales, estamos optando por una violenta comodidad, respecto de no querer enfrentar nuestras propias incapacidades de navegar, inteligentemente, por el tormentoso oceano de las convivencias. 
Hay una medida necesaria para todas estas cosas; la máxima economía de desgaste físico y emocional. Esta medida nos conduce por las opciones que nos provoquen un mínimo detrimento de nuestras capacidades de responder a los múltiples desafios cotidianos. Por ejemplo optar por darse todas las "molestias" necesarias en pos de un orden planificado que nos conduzca a mejores resultados en nuestras actividades; a sentido contrario dejar que todo se nos venga encima y esquivar los problemas, esgrimiendo nobles ideales ubicados muy por encima de estos tan pequeños desafíos.
En suma, hay una prédica idealista y trascendente que opera a favor de todas nuestras taras, desventajas comparativas, incapacidades y perezas pero tambien hay un camino contrario, menos seductor, menos "rockero", mucho menos cool si se quiere, pero mas eficiente.

▪SÉPTIMA PARTE▪
- El aterrado perezoso antepone las respuestas que ya conoce -

Ante semejante individuo no hay razones, ni argumento que valgan pues, desde su estatus, camina bajando todas las cortinas necesarias para no examinar, ni escrutar decisión u opción alguna que ya ha tomado; respuesta rápida; respuesta cómoda y cobarde.

▪OCTAVA PARTE▪
- Aquello de lo que estoy hablando -

Portamos nuestra propia trampa, no es que aquella nos aceche o se nos venga encima sin que podamos hacer nada al respecto. Cuando mejor estamos, tendemos a pontificarlo y, cuando estamos peor, queremos justificarlo. Tal postura mixta huye hacia su máxima trinchera utilitaria; la retórica, simplista y manipuladora politizacion. Desde ella nos abstraemos y endosamos nuestra condición y situación al resto y, en tal trance, volvemos ideal una pedestre contingencia, envanecedora o insoportable.

▪NOVENA PARTE▪
- El discurso como sucedáneo del afecto -

¿Se han encontrado, por desgracia, en una reunión de conocidos donde toda posibilidad de encuentro deprava en una desagradable confrontacion de posturas personales, expuestas como caretas con ambición de impertérrita omnipotencia argumental y sucedánea?

▪DÉCIMA PARTE▪
- Ni el altruismo exculpa, ni la individualidad condena -

Los empoderados y blindados con sus grandes temas, perfectamente pueden estar enarbolando sus banderas por las causas más personales y egoístas. Dicho lo anterior es posible entender que  los depliegues de posturas sustentan, literalmente, sus propios postulados pero no explican, ni otorgan autoridad a sus activos portadores.

▪UNDÉCIMA PARTE▪
- La celada se define al intentar entregar respuestas definitorias -

La dinámica actitud - inteligente si se quiere - no se arraiga en textualidad alguna, evita todo confín y duda de toda certeza, distinguiendo cuándo un pensamiento trama, lisa y llanamente, prostituir su abstracta generalidad para servir al más claro, específico, concreto, preexistente y mezquino fin. Ni dioses, cultos, gritos libertarios, dogmas adoradores, supuestos amores, loables clamores o caritativas concepciones escapan de aquello. Ni tus convicciones, ni las mías, tampoco las nuestras.
No hay estado invariable, no hay convicción intransable que se libere de obrar por los peores ánimos.

▪DUODÉCIMA PARTE|▪
- Cómo los recursos nos amoldan y confunden -

Comenzamos hablando del dinero. Su percepción y valorización individual es subjetiva, sin perjuicio de ser una de las cosas más precisas y fundadas de la sociedad. Y en tal dualidad radica su posibilidad de desorientarnos. Según Wikipedia "Dinero es todo activo o bien, generalmente aceptado como medio de pago por los agentes económicos para sus intercambios y que, además, cumple las funciones de ser unidad de cuenta y depósito de valor". 
Su precisión contable, muchas veces, se confabula con aquello a lo cual le atribuimos su tenencia, al punto que, cotidianamente, llegamos a valorizar a las personas por la cantidad que tienen. Esto último no es nada de lo cual debiéramos avergonzarnos, es algo natural y espontáneo EN UNA PRIMERA INSTANCIA...

La valoración de las personas por el dinero que tienen o del cual carecen, no es algo demasiado impreciso o descabellado. El problema se produce cuando no somos capaces de identificar tal percepción como lo que es; algo básico, primario, inicial, provisorio.
Nos llenamos la boca haciendo gárgaras acerca de algo que todos hemos oído desde que tenemos memoria; "el dinero no hace la felicidad", "no hay que medir a las personas por el dinero que tienen". La codicia y su socia estratégica, la avaricia, pervierten a las personas, pero la pereza (otro "pecado capital") también puede relacionarse con estos temas...
Si bien avaro y codicioso sucumben ante todo lo que el dinero representa, también el flojo rematado; el vago - que le dicen - asumió una indiferente postura respecto de todo lo que representa obtenerlo, para los nobles o viles fines del caso. En este caso el vago optó por no darse molestia alguna. Porque así como no todos los que ambicionan más dinero son codiciosos, no todos los que declaran ser indiferentes a su representatividad lo hacen por los más nobles fines. Todos conocemos casos de personas que han sucumbido ante la riqueza con signo positivo o negativo. Todos tenemos a flor de labios ejemplos de vida de personas que se han "echado en los huevos" como unos flojos sinvergüenzas y han decidido vivir a expensas y salud de otros como, también, a contrario sensu, hemos sabido de quienes han priorizado la riqueza que han podido acumular por sobre las personas "contra" las que han debido lidiar para salirse con la suya en pos de un enriquecimiento desatado.
Nada más simple que fundar la propia ineficacia, flojera, descaro y pereza en valores eternos como la austeridad y la sencillez y nada tan lamentable como, lisa y llanamente, ver el dinero por sobre las cosas valiosas de la vida. ¿Me siguen ? ¿acaso no se distingue, claramente, un denominador común en el codicioso y avaro, respecto del vago descarado que parasita de la persona o sistema que tiene más a la mano?

▪TRECEAVA PARTE▪
- sumario temático -

Estoy ordenando mis ideas respecto de las doce partes anteriores. Se refirieron acerca de recursos, dinero, automanipulación, respuestas automáticas que liberan de todo análisis, reuniones sociales trastocadas en enfrentamientos ideológicos, codicia y avaricia versus pereza, retórica insustancial.
Partí refiriéndome a lo positivo de llevar una vida simple y sencilla pero también a esa difusa frontera que se produce de intentar comparar los límites individuales ante tales valiosas características. Entonces se abrieron las disquisiciones hacia las posibles reacciones de todos nosotros ante semejantes maneras de vivir. Todo en pos de avanzar en el asunto preliminarmente presentado. Las partes:
1era▪dinero y necesidades básicas / 2a▪simpleza de la vida / 3a▪ vivir con lo necesario simplemente / 4a▪ la trampa de las justificaciones / 5a▪la trampa de la libertad de elección / 6a▪la trampa de relativizarlo todo / 7a▪ tragedia del aterrado perezoso / 8a▪somos portadores de nuestras trampas. / 9a▪discurso como sucedáneo del afecto / 10a▪altruismo e individualidad impostores / 11a▪la trampa de lo categórico / 12a▪principios como escondrijo y excusa.

▪CATORCEAVA PARTE▪
- intento de metalenguaje -

El tema de fondo está en el engaño de los valores textuales. Todos los tenemos, citamos y predicamos. La gran mayoría sabemos cuáles son o distinguimos lo que se supone debiera estar bien. El engaño se produce en las propias respuestas instrumentales que nos armamos y aprendemos de memoria para espetarlas en los momentos más oportunos. El fracaso suele ser bastante insoportable y la batería de excusas referidas permite atontar una conciencia ya bastante anulada con los múltiples modos de autoengañarnos
Inclusive con los logros nos atontamos; los ponemos enfrente de nuestras narices y las de los demás. Vean ustedes todas esas obras y obritas escritas que pongo detrás de mi foto de perfil en Facebook. Por ahí mismo va la cosa pero me respondo que cómo va a saber la gente acerca de mis cosas escritas si no las muestro. Quedamos donde mismo. Otros se esmeran en sus casas y las vuelven prendas de vestir. Otros hacen de su propia imagen un objeto de orgullo. Otros ocultan todo lo que han logrado culpando a la envidia ajena o a quienes pudieran venir a quitarlo. Pero volvemos a lo mismo; la medida es demasiado personal.
Valemos exactamente lo mismo de cómo obramos cada vez; esa es la única respuesta posible, a mí entender. Y estamos jugándonos todo en cada movimiento de la partida. De lo contrario somos lo que proclama nuestro pedigree

▪QUINCEAVA PARTE▪
- cada vez tenemos el pie puesto en el filo de la navaja -

Somos lo que cada acto presente manifiesta. Cada instante nos desnuda y presenta y todo lo que pretendemos que obre como bagaje compensatorio, ya fue. Si te falto el respeto a mis 53 años, lo hice con todo ese camino a cuestas y si logro comportarme, así van las cosas en definitiva. Mis errores compensan con correcciones y mis persistentes excusas me vuelven a delatar. 
Es duro pero cualquier gesto erróneo derriba todo lo obrado o lo desdice. Y más aún pues tampoco es tan así que por olvidar un saludo importante borro con el codo todo un camino de logros sustanciales. Y volvemos al inicio. Entonces ¿Cual es ese inicio de eterno retorno?

▪DIESISEISAVA PARTE▪
- el eterno retorno -

Que las disquisiciones no decaigan en autoayuda. Las percepciones "de buena crianza" no cuajan en propuestas certeras pues SÓLO requieren de un alma positiva para una valorización desde el optimismo. Este último no es respuesta de nada y, por su intermedio, no se llega sino a la mitad de las soluciones, costumbre tan arraigada en nosotros por lo cómoda; invocar la buena álgebra comprensiva y discursiva que nos hunda los pies en un agua tibia, tan reconfortante como pasajera, para terminar donde mismo comenzamos.

▪DECIMOSÉPTIMA PARTE▪
- borradores de aforismo -

1) Nada más cómodo que arribar a las propias conclusiones previas, atribuidas a las nuevas situaciones.
2) La predisposición es la actitud alternativa que nos permite obtener respuestas inmediatas e imaginarias sensaciones, respecto de ser los dueños de la verdad.
3) No hay revelación posible ante un espíritu predispuesto a tener todas las respuestas de antemano.
4) Toda respuesta previa es candidata a ser parte de un engaño.

▪DECIMOCTAVA PARTE▪

La certeza puede homologarse a la expectativa.

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