PESIMISMO ANTE EL ESPLENDOR INFORMÁTICO

Presenciamos el inmenso esplendor informático de nuestros días. Vivimos tiempos de inigualable - y novedosa - proximidad mutua pero, a la vez, tenemos "la suficiente" inventiva para derribar y no dar aceptación edificante a tal revolución aquí, ahora y en la palma de nuestras manos.
Total, siempre tendremos al pesimismo y su aliado entrañable, la continua y homogénea disconformidad política, que tantas satisfacciones nos brinda cuando llega el momento de intentar achicar y reducir la realidad a la regla aminorante de nuestra propia, íntima y personal "calidad" creativa.