[©SmcArq] Todo lo textual busca su propia austeridad. Todo real interés converge. Todo exceso disperso desorienta. Toda desconcentración te lleva a los sentidos predominantes. Toda flojera espiritual te conduce a hacer aspavientos de tus casuísticas realidades cínicas y exhibicionistas. Toda franqueza se desata. Toda concentración reduce las referencias. Todo goce estético te deja en la línea limítrofe entre caerte hacia los sentidos o hacia tus razonamientos. Todo extremo cobra los espacios de otros ámbitos. Todo respeto teme no poder auto sostenerse. Todo tedio es un desafío. Toda confluencia de multitudes resulta ser un imperativo enajenante. Toda alegría quiere distraerte. Toda pena te centra. Todo equilibrio sopesa. Toda coherencia se centra. Toda política es invasiva. La violencia es una sola. Según cada facción política, habrán tantas violencias como sentidos se les quiera dar. Toda política quiere justificar sus acciones. Toda política quiere guarecerse en sus propios legados épicos auto erigidos. Toda prescindencia será blanco de puyas. Toda soledad será violentada. Toda miseria querrá hacerse cargo de quienes no se ocupan de ella. Toda solidaridad es perimetral. La caridad comienza por casa pero, si ahí se queda, se vuelve un gato castrado frente a la chimenea. Toda mujer es un ser en pugna. Todo hombre quisiera alcanzar su propia inmutabilidad. Todo niño es un recipiente. Todo anciano es un referente. Todo odio encontrará su destino. Toda satisfacción querrá hacerse cargo del peldaño siguiente. Cada totalidad irá a por la mayor siguiente. Toda consecuencia deberá ser constructiva. Toda magnitud será superada. Todo desafío podrá ser asumido. Todo silencio pagará su precio. Todas las palabras tomarán su lugar. Todo tiempo tuvo su pronóstico. Toda acción tuvo su motivo urgente. Nada será indiferente al mundo que lo alberga, sin perjuicio que muchos harán lo posible por enrostrarte sus propias urgencias, enfundadas en un pastiche extraño, mezcla de egos, poderes, impertinencias y demás defectos expansivos. Toda política buscará sus propios héroes, sus propios enemigos y sus propias justificaciones. Nadie nos dejará en paz. De hecho creo que no dejaré en paz a muchos y muchos no me dejarán en paz. Y esta puede ser la clave de muchos problemas porque, acaso, debemos dejarnos en paz los unos a los otros. Todo beneficio llegará, todo perjuicio decaerá; todo legado se instituirá, toda coherencia predominará......Todo equilibrio se producirá.
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