Pero la cosa, lamento decirles a esos potenciales canallas entendidos, no va por el desmenuzamiento técnico de la imagen.
Alberto medina, músico de profesión y fotógrafo libremente asumido, ha logrado, sobre todo en esta foto, algo que ya no estaba yo logrando nombrar ni aludir, pero que olía como poderoso.
Miren esta foto (que pueden disfrutar en el post original haciendo click AQUÍ):
Ahora intentemos decir lo indecible de ella…
(Ahí vamos) La gracia es la transfiguración surrealista que ocurre con el camino; es casi como que este sendero se transfigura en un glaciar, y el "paisaje" se subordina a esta impronta irreal, o surreal, o imaginaria.
Es el camino el acierto; el camino es el camino a seguir, pero al seguirlo terminamos arribando a nuestros pies, al borde de este glaciar-camino que sube como sendero y escurre de vuelta hacia abajo como hielo en perpetuo avance.
Opinar de arte, en este caso, es describir lo que es como lo que no es;…
…Si digo, metafóricamente, que el camino se transfigura en glaciar, filosóficamente digo que un colmo estético logra llevar lo objetivo al clímax de una subjetividad perfectamente delineada y dirigida.
Ahora, con el debido respeto, los invito a meditar lo siguiente ¿qué ocurre cuando un sendero que sube, también se ve como un manto de hielo que fluye hacia abajo?; (y alejándonos un poco hacia esferas algo más amplias que los límites de la fotografía intervenida propiamente tal...) ¿Cómo la vida cambia si buscamos en ella estos glaciares del mundo, que encaminan su rastro hacia caminos que abandonan su curso y fluyen en perpetua transfiguración?...
3 comentarios:
[BLOG][Fataga: Hotel Molinos de Agua] Hablar de esta fotografía como lo hice, desde un punto de vista surrealista, parte cuando leo por ahí que Dalí aludió a los balcones de la casa Batló de Gaudí como "balcones de cuero".
Cuando Dalí dice esto, dice lo que no es de los balcones, pero al revelar esta condición irreal inaugura un modo de ver que queda inmediatamente establecio y constituye huella y/o camnino a seguir.
Desde que supe de estos "balcones de cuero", no he poidido mirarlos de otro modo.
Modo apropiado, a mi parecer.
Por eso lo de "glaciar", en este caso, de esta foto.
Soy un seguidor de este blog, admirador de tu trabajo sin más. Abrir el blog y encontrarme con una foto, no digo mía, sino de mi trabajo fotográfico, una más de mi colección de fotos, es una enorme recompensa por el trabajo que hago, una subvención vital para el alma de un “artesano”. Yo, cuando me digo artista, solamente lo digo en la convicción de que expreso mi parecer, mi visión, mis sentimientos, mis conceptos…con unos materiales dados (interpretación musical, composición musical, fotografía…) y con un “lenguaje” dado, con arreglo a mi acervo técnico y cultural. Me adhiero a la visión que da Schönberg, en el Tratado de Armonía, del compositor como un artesano que modela con sus manos el material y busca y descubre probando, pero aprendiendo de lo conocido, partiendo de los logros precedentes en forma de estudio técnico. Mi trabajo es eso, un trabajo de artesanía; modelo las imágenes para que digan cómo veo yo las cosas, pero no las modelos porque sí, sencillamente porque busco algo que no me da la cámara. En esta serie, que comienza con la foto mencionada en este post, solamente persigo ver una realidad “hermosa” en sí misma, tan realmente bella como cuando mis ojos la descubrieron. El ojo humano cuando mira un escena como esta, “hace miles de fotografías” para cada instante que mira, cada sitio es mirado con la adaptación física pertinente para que la visión sea detallada y comprensible. La cámara, sin embargo, toma toda la escena de un solo disparo; hay una gran diferencia que es la que quiero restar cuando manipulo, otra cosa es conseguirlo.
Lo que tú premias en esta foto, es una imagen más tuya que mía, pues esa visión “artística” de la composición te pertenece. Yo disparo cuando “algo enciende el chip” y nada más, busco la composición de los elementos de una manera intuitiva y trabajo técnicamente en la dirección aludida (al menos en esta serie que comienza ahora). La verdad es que ahora veo el camino de la imagen como “que se me viene encima”, el movimiento de vuelta al que tú haces referencia en el foro feisvuquiano. Celebro que el trabajo haya sido capaz de inspirarte; pienso que las cosas bellas esconden algo que, aunque existan múltiples interpretaciones y visiones, provoca en el espectador algo que no le deja impasible; eso es lo que espero de una obra de “arte-sanía”.
También agradezco, además, el rigor implacable y la sinceridad de tu pensamiento y no espero “regalos amistosos” ni los deseo; seguiré con paciencia, pringándome las manos en cada trabajo, abriendo el camino que se hace al andar…
Muchas gracias, Sergio.
[Blog][][Fataga: Hotel Molinos de Agua] Bueno Alberto; la verdad es que si un artista supiera todo lo que sus logros contienen en sus obras sería Dios.
Y un artista no es Dios, un artista es un recopilador de multitudinarias e innumerables generatrices, que se aunan en la obra que propone intuitivamente.
De hecho, cuando las innumerables generatrices de sus propuestas se aúnan, ahí, y no antes es un artista; antes está solamente intentándolo.
Así que estoy de acuerdo con que tu "no dijiste" lo del glaciar, pero "lamento informarte" que la potencia de ese glaciar, que yo ví, está intrínseca en la foto que tu propusiste, tanto en lo cromático como en lo inherente a la composición.
Así que enhorabuena, y suerte en tu trabajo...
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