[©SmcArq] [He trabajado en este escrito desde el 8 de Julio de 2008, y no podía relacionar sus partes hasta ahora] Rengo, 5 de Septiembre de 2009
1 Introducción
Resulta en lo personal gratificante ver esta fotografía, y más aún, conservarla, y mucho más aún, expresarme en relación a puras sutilezas que me aquejan solamente a mí, pero que, en la medida de mis capacidades de reflexión, podrán serles traspasadas a ustedes, que en su mayoría ni siquiera me conocen, y ni les va ni les viene el hecho de que aquí, posan, hace más de 55 años, mi abuela y abuelo maternos, mi padrino y, lo más importante, mi madre (niños los dos últimos, ella al centro, en la fila inferior sentada, con un vestido que aparentemente es cubierto por un delantal blanco, seguramente hecho por su tía o por su misma abuela materna); todos juntos como la familia completa que hasta esos años eran.
Por medio de los trazos que sobrepongo expreso la manera cómo veo esta fotografía; como la recorro, como la analizo y como quiero entender que se ordenaron las personas bajo la dirección del fotógrafo.
2 Medio de Contraste
Una vez, y no es la primera ocasión en que lo digo, vi en las noticias de la televisión una nota en relación a una exposición de pinturas que presentaba obras cuyo núcleo era constituido por cuadros donde posaban, por ejemplo, La Pequeña Lulú y Bernardo O´Higgins Riquelme, el denominado Padre de la Patria chileno. El autor, muy asertivo, declaraba que en su corazón ambos personajes estaban muy juntos, y coherentemente dispuestos hacia el sentido de la pertenencia íntima de un legado, no necesariamente puro y manifiestamente “patrio”, “nativo”, “originario” o “culturalmente” pertinente. De hecho me pareció sumamente impertinente tal muestra, pero hablo de una impertinencia precisa y acertada; de una que busca, por medio de la sinceridad, sorprender al espectador por medio de sintaxis capaces de transgredir lo que resulta culturalmente adecuado y esperado por la sociedad. Así, con este comentario, vamos a lo siguiente...
Veo la fotografía familiar y estalla en mi cabeza una especie de subjetivísima manera de entrever una imagen en la otra (la fotografía familiar con respecto al "Guernica"); ambos estallidos son inversos, no simétricos; pues ambos constituyen desarrollo pleno de consecuencias, con muchas diferencias que se unen en una relación ya no forzada sino que a partir de lo que podríamos llamar el mismo formato, muy apaisado. Eso sí, debo hacerles un alcance; tal modo de graficar la composición del cuadro picassiano tiene un antecedente, desde un libro que leyera en la biblioteca de mi escuela de arquitectura. Creo que se llamaba “Para Ver el Guernica de Picasso”. Fue en ese libro que ví varios análisis del ordenamiento del cuadro, similares al que muestro en esta ilustración de la Obra intervenida.
4 Tamiz Deseado
Como verán, entonces, cuidemos lo que leemos, cuidemos lo que recogemos del mundo; entendamos que no basta con “leer” y ya, que aquello taladra convencimientos recogidos de pastiches vitales, fruto de muchas consecuencias. A tal punto puede suceder esto, que puedo llegar a ser capaz de ver una fotografía familiar, y abstractamente recogerla para mi comprensión, inspirado en la visión que tuvo Pablo Picasso en relación a una masacre efectuada por partidarios de Franco sobre un pequeño pueblo español, con la ayuda de los nazis. ¿Qué tal?; ¿es eso lo que quería de mi percepción, transcurridos ya cuarenta y dos años desde mi nacimiento?
¿Cuál es la propia mirada ante el mundo que debiera darme ante tales evidencias que solo yo puedo testimoniar?
¿Veo las cosas como quiero verlas?; ¿soy fiel a la esencia de mi propia subjetividad? ¿o mi percepción es mezcla de esencias de otras subjetividades distintas, que no manejo ni deseo?
…Pues bien, por tales interrogantes es que me dedico a pensar-experimentar-escribir, sin leer demasiado (o sea, sin leer casi nada por completo, recogiendo fragmentos, como si de una quebrazón de tazones de distinta factura recogiera las partes, con las que me haré mi propio cuenco para beber) y yendo directamente a las fuentes naturales que se despliegan lo más espontáneamente en el mundo, como las manchas de tinta, las ruinas de un casa de adobes, el armonioso trasero de una mujer que se roba una prenda de vestir en una multi-tienda (pasó) , y las más genéricas reacciones humanas, vistas al paso y sin más aderezos que su pura vehemencia; ...grafitis, insultos, programas de farándula, trozos de la Crítica de la Razón Pura contrastados con el grito de un vendedor callejero; que la mezcla está garantizada y es mejor soltarla que hacer de ella un selecto grupo de estruendosas pompas encadenadas, una con la otra, alrededor de la columna vertebral del entendimiento, que tiende a la fuga y a la rebeldía, más que al culto y a la cultura...
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