
Cifrado lo dije, pero creo haberlo dicho adecuadamente.
(Me enteré que tendía a esta condición ambidiestra algo errónea y difusa en su apariencia, cuando andaba, a los once años en skateboard (patineta) y, para hacer piruetas, tenía que poner un pie, el derecho, adelante, pero para echarme vuelo y alcanzar velocidad debía cambiar de pie, y poner el izquierdo en su lugar. De alguna manera, y no bromeo, todo me sale así, entremezclado de análisis y síntesis equiparantes, como andaba en skate; buscando la velocidad de un modo, y la pirueta del otro modo.
Tal perplejidad es coherente con la paradoja de fondo que creo vivir cuando pienso, al ver que tal pensamiento siempre se enfrenta al muro infranqueable de "la unidad", latente en todo aquello que, por otro lado se me muestra abarrocadamente disgregado por el mundo en cada parte que sorprendentemente reconocemos como situada dentro de su propia multitud.
Es este "reconocimiento" el que me impresiona; "con un pie adelante, y luego con el otro"; como que aparece y luego se desintegra en aquello que, desde las potencias y hacia el mundo fenomenológico llamamos "Mundo" cuando nos implica, y "Universo" cuando nos supera).
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