El Mundo como Templo
Visto así, como el inocente sitio del esplendor permanente y benefactor, es ámbito de retribuciones generosas, donde quienes se abandonen a tal convencimiento, quedan en la más completa indefensión al olvidar que la subsistencia requiere agresividad y competencia.
El Mundo como Campo de Batalla
Tal arquetipo nos arroja la disputa, dentro de la cual el tiempo se torna en sirviente de los fines, más tendientes al trofeo que al gozo magnánimo y generoso.
El Mundo como un Monotema
Quien tienda a alguna apuesta de mundo solitaria, distinta del sentido de simpleza y unidad, equivoca su rumbo, pues al menos deben ser dos los caminos de los hombres, con la misma aparente paradoja de quien ve la unidad, y para vivirla la desmenuza.
2 comentarios:
Hola!
Digo que este texto tuyo es como uno de tus diseños arquitectonicos porque presentas tus ideas en forma muy logica y organizada alrededor de tres distintos ambientes: el mundo como templo, campo de batalla, y monotema. Es un tema muy actual y muy presente, por lo menos en mi vida; me gusto.
Saludos :-)
En verdad, ahora que lo dices, de alguna manera estas tres maneras de enfrentar el mundo son, como quien dice, las tres constantes que me acompañan.
(1) Con la primera se trasciende, (2)con la segunda se subsiste, (3)con la última se acepta el trasfondo del pensamiento, que siempre he entendido como "paradójico", o "paradojal"; de alguna manera es así el entendimiento, que reúne y dipsersa alternadamente a lo mismo, que es todo y uno.
Es la paradoja la clave; la capacidad de ver paradojalmente al mundo nos permite integrar y analizar
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