Somera cavilación, o simplemente sabiduría en obra, para elegir las más mínimas notas, capaces de seguir un hilo casi interrumpido hacia una subjetividad compartida.Y si, es uno de los excelentes temas de “American Beauty”.
Me transporto al filme, con su mordaz aceptación de las propias miserias expuestas cual fractura, y recojo el tono, el aire, la atmósfera íntima y virtuosamente precaria de esta interpretación.
Para escuchar la pieza musical, hacer click sobre estas líneas
Hay una parte de la obra que remonta acompasadamente, para devolverse a lo preliminar ya descrito, que resulta ser lo más poderoso, o más suave y sutilmente determinado, para pulsarnos cuales instrumentos desde cuyos espíritus, como cajas de resonancia, acudimos a ese lugar común de silencio y voluntario distanciamiento.
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