Orson Welles creó a Charles Foster Kane, en referencia a George Randolph Hearst, dicen* , para hablar de sí mismo. Tal patético personaje creado, sería una tercera cosa fruto de ambos seres “reales”, sabiendo además que fuera el mismo Orson quien actuara como tal.
En la escena del inicio, cuando Kane dice “Rosebud”, al morir rompe una bola de nieve, donde queda, cual cuadro cubista, la casita nevada de su infancia junto al trozo de vidrio que refleja la puerta de la habitación de su mansión donde fallece.
El arco, que se configura desde esa casita hasta la enfermera, ambas puestas en un mosaico único, alude directamente a la escuela de pintura de Picasso, Braque y Gris, que se constituye como el factor aglutinante de todo lo anterior, que a la vez condice todo un filme apoyado en un misterio que termina por ser evidentemente inseparable de una infancia anhelada o desechada.
La casita y la enfermera aglutinan el arco de tiempo de todo el filme, cosa que a posteriori se entiende.
Analíticamente todo es muy coherente en el filme, pero a posteriori, ya que nada en sí se anuncia como “lo otro reflejado” en el decurso de la obra, salvo al final.
Luego, toda la película se basa en “las otras referencias”, que dejan al espectador como un cuarto elemento distractor, que no comprende ni revive por instantes, tal drama de identidades, reflejos y ataduras, condenadas a ser aceptadas en pos de las partes constituyentes de una constelación de genialidades extralimitadas en su capacidad creativa e inaugural.
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* Cuando digo que "dicen", aludo a un documental que viera en televisión hace un par de años, llamado "El Ciudadadno Welles", que plantea la tesis siguiente; trianguladamente, al aludir a George Randolph Hearst mediante Charles Foster Kane, Orson Welles se refiere, en su máximo trasfondo, a sí mismo.
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