2) Es tan compleja la puesta en escena de la imaginería sugerida en este cuadro, que casi podríamos estar relacionando aspectos hasta el infinito.
El cuadro es una expresa manifestación de videncias
El cuadro es una expresa manifestación de videncias
El Bosco dejó escapar su libertad en la imaginería relatada
El Bosco estalló en formas y prudencias acongojadas, en pos de su potente tronadura conceptual
El cuadro es portentoso
El cuadro grita realidades
El cuadro no es abstracto esencialmente
El cuadro es predictivo
El cuadro es inquietante
El cuadro es un discurso extremadamente ordenado de alusiones incógnitas en su explícita manera de refrendar sustancia potente de sinuosa atribución.
No se debe decir que las imágenes de este cuadro son identificables a raja tabla (que es su soporte) con realidades de este mundo solitario
Puede ser que tras los siglos de viajes y aposentadurías extraterrestres, nos encontremos con que su propuesta no fue sino la seña que detonó impresiones distantes de otros mundos, donde efectivamente acontecerá el anhelado jardín de delicias que eternamente estará dispuesto a su persistente relación causal
La propuesta de esta obra, en suma es La Eternidad
¿Por qué?, pues porque todo apunta a la permanente atribución, perpetua en redundancia y consistente en conformación
Lo pintado fue, es y será para siempre
Al no decir “aquello”, quiso decir “lo sé”
Es la Eternidad el gran tema abstractamente logrado de esta inconmensurable obra, comparable a la Summa Teológica de Tomás de Aquino, al Arte de la Fuga de Bach, a la Divina Comedia de Dante, o al Templo de la Sagrada Familia de Gaudí.
Enfrente de El Jardín de las Delicias no somos sino seña de un tiempo atrapado en sus rincones de sombra y luz impertérrita.
La pintura, finalmente, no tiene abstracto ni concreto final.
Tal lección para nosotros,...
El cuadro es portentoso
El cuadro grita realidades
El cuadro no es abstracto esencialmente
El cuadro es predictivo
El cuadro es inquietante
El cuadro es un discurso extremadamente ordenado de alusiones incógnitas en su explícita manera de refrendar sustancia potente de sinuosa atribución.
No se debe decir que las imágenes de este cuadro son identificables a raja tabla (que es su soporte) con realidades de este mundo solitario
Puede ser que tras los siglos de viajes y aposentadurías extraterrestres, nos encontremos con que su propuesta no fue sino la seña que detonó impresiones distantes de otros mundos, donde efectivamente acontecerá el anhelado jardín de delicias que eternamente estará dispuesto a su persistente relación causal
La propuesta de esta obra, en suma es La Eternidad
¿Por qué?, pues porque todo apunta a la permanente atribución, perpetua en redundancia y consistente en conformación
Lo pintado fue, es y será para siempre
Al no decir “aquello”, quiso decir “lo sé”
Es la Eternidad el gran tema abstractamente logrado de esta inconmensurable obra, comparable a la Summa Teológica de Tomás de Aquino, al Arte de la Fuga de Bach, a la Divina Comedia de Dante, o al Templo de la Sagrada Familia de Gaudí.
Enfrente de El Jardín de las Delicias no somos sino seña de un tiempo atrapado en sus rincones de sombra y luz impertérrita.
La pintura, finalmente, no tiene abstracto ni concreto final.
Tal lección para nosotros,...
...amantes del momento y del instante, por breve o persistente que resulte.
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