lunes, 14 de julio de 2008

Comentarios e impresiones en relación a la pieza musical "Fantasía" de John Dowland



[Recurso: acometida metafórica, imaginando a la pieza como si fuera una obra arquitectónica lineal, pero plena de gratuidad]



1 música y arquitectura
Es una muy compleja travesía, hacia un discurso variado en acometidas y contextos. Existe una nota que me cautiva, es el primer armónico de la obra, correspondiente a la nota catorce, donde, después de un inicio bañado de cavilación, si de muy subjetivo modo queremos verla, se accede a otro cuarto más pleno de señales y destinos. Es esta nota la que me detona la arquitectura intrínseca que pudiera yacer en esta propuesta.

2 atrio y pórtico
Arquitectónicamente podríamos hablar que el atrio de este edificio, conformado por las trece primeras notas, es austero, simple y breve, tras el cual se accede a un hall denso y semi abarrocado, después de atravesar un pórtico severo y de delgado perfil lateral, que por cierto identifico con mi querida catorceava nota.

3 concepto general y estilo
Podríamos llegar a ver a este edificio como de una longitudinal apariencia, no por ser una pieza desarrollada, como toda música, en el tiempo, sino por la sumatoria de ámbitos diversos de ella, mezclando referencias del paisaje que abraza desde su interior y entendiendo que las molduras que decoran sus frisos, columnas y jardines internos son variadas en espesor, forma tema y densidad.

4 remate y contexto mayor
Conlleva su recorrido interno a un paseo hacia un balcón final que remata en la contemplación de un estuario abierto al horizonte, plagado de pájaros relucientes en giros llevados al aire superior de corrientes ascendentes.

5 siguientes dependencias
Primer patio, sala siguiente, pasillo conector, escalera consecuente, jardín, bosquecillo, balcón.
Descuelgan las enredaderas por el primer patio rodeado de pasillo ortogonal de lento recorrido adonde diversos cuartos cuyas puertas de madera están cerradas, donde se matiza el cielo verticalmente señalado cuando, a los pies el musgo se arremolina en manojos hermosamente cuidados en su discreta presencia tras lo cuales se eleva la vista hacia arriba. Es de un aire húmedo y fragante. Tras ese recorrido se accede a la pieza siguiente, más luminosa, pura, elegante y dotada de detalles dorados en contraste con la blancura de sus columnas y escasos muros ciegos, pues se encuentra acristalada en su mayoría, con piezas biseladas. Amarrada al tránsito anterior por otro interior contiguo, también acristalado cual tubo conector de cubiertas de tejas cerámicas tradicionales, en un aire de campiña, se lo atraviesa pronto y se desciende por una escalera amplia y sin barandas, juguetona en su acometida, elaborada en piedra gris oscura, casi plagada de un descenso correspondiente a una interpretación del laúd casi identificable, para nosotros los profanos, con lo que en otros casos sería un arpegio, o una suerte de notas veloces y predecibles. Se llega al jardín descubierto tras el cual se atraviesa un bosquecillo de setos y diversas especies arbustivas abrazadas por balaustres y pasamanos constituidos como barandal de piedra permanente y circular de color gris perla, y casi blanco, para después acceder al balcón final de contemplación, apoyado en columnas de aire clásico fundadas en el risco superior de un acantilado suave y lleno de flores multicolores.

6 manera de recorrerlo imaginada desde el aire general
El ritmo interpretativo de esta obra es acompasadamente impredecible, surgen rupturas de su aire y de su atmósfera repentinamente, llevando a quien atraviesa su edificio a bajar, cruzar y proyectar la mirada y los sentidos de modo sorpresivo y sorprendente, sin dejar la elegancia propia de semejante construcción plena, de aire íntimo pero descolgado en su roquerío y agreste vendaval.

7 destino del edificio
Imposible imaginar la utilidad de semejante edificación virtual en pos de su narrativa musical, atolondradamente imprevista en su paz aletargada, tras la cual se desciende un par de veces a otros lugares, conectados pero distintos.

8 música y arquitectura
Recorrer la pieza musical es como si fueras a caminar un edificio de sorpresivas entradas y salidas, desde interiores de dispar temperatura y ambientación. Preferentemente sugiero imaginar esta acometida, como si fuera realizada en primavera, con el viento potente de tales ceremonias, y con la fragante compañía de las flores y las hojas de reciente surgimiento.

9 música contra música
La pieza es bella e inútilmente concebida, para compararla con las potentes muestras del Pájaro de Fuego de Stravisnky, tras las cuales el baile, el apareamiento, y el rito se presentan, en suma, para diferenciar el aire del hombre que retorna a su obra arquitectónica más querida y solitaria, en aquella cumbre discreta, a orillas abisalmente serenas de una mar rizada pero benefactora.

1 comentario:

Sergio Meza C. dijo...

Mmmmm...

Yo cro que el comentario de arriba es simple Spam.

La palabra estaría mal escrita. Bien escrita podría significar"impresionante". ¿Y en inglés?; ¡PASO!.

(Sumado a que el link del supesto autor lleva a ninguna parte).

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