…Hace unos meses me dije que educar vendría siendo algo parecido a señalar lenguajes posibles, con el amor que ello amerita (o algo así), pero no solo de libertades lingüísticas se precia tal actividad; también está la de adecuación del individuo a los de su propia especie; esto es evidente. Entonces, hablar de libertades en la educación, así como atributo esencial no me parece tan transparente que digamos, como tampoco me parecía adecuado decir que el político solo se dedicaba al servicio público, ni que la arquitectura se desentendía de la función propiamente tal.
Libertad es la palabra que, en suma, me hace debatir el concepto de educación que tenía; es tan complejo este oficio o esta actividad como complejo es el hombre, y educar implicará, acaso, entregarle todos los sustratos necesarios para su vida presente o futura. Esto es casi de Perogrullo.
No solo señalar los “si”, sino que además entregar los “no” que se deben saber, para no desviar los rumbos pertinentes; ejemplo, no robar, pues robar quebranta el orden social y, sobre todo destruye a quien ejercita tal actividad.
Las actividades destructivas aplican su función en ambos sentidos; el social y el personal. La educación es divergente por lo mismo, constituyendo señales en los dos sentidos posibles aludidos, pero a la vez; al unísono, al mismo tiempo y en completa comunión.
Complejos destinos, los de las señales del educador, entonces, que termina siendo la sociedad entera, en su desgarbado comportamiento informal capaz de señalar lo pertinente y también lo impertinente, a quien tenga oídos y resto de sentidos convergentes.
No hablemos de “libertades” entonces cuando hablemos de educación sino de “liberaciones”, por medio de, en primer lugar, la entrega del campo debido, adonde referir todo debate y posible divergencia; ¿cómo puede ser libre un hombre; cómo puede sentirse “liberado”, si no tiene un sustrato desde el cual aferrarse a su confianza o desapego?
2 comentarios:
Me gusta tu último párrafo; creo firmemente que una forma eficaz de desarrollarse y poder mirar en el espejo a nuestro verdadero yo es a traves de la liberación que produce la educación (si es que te entendí bien).
Saludos
Absol Bell
Gracias. No soy experto educador. Solo busco caminos propios en relación a temas que, en este caso, son de interés general.
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