“Hay algo de visionario en los grandes metafísicos, como si tuviesen la facultad de ver más allá de los horizontes de su época. Tomemos por ejemplo la obra de Descartes. Que haya dado pie a interminables sutilezas metafísicas es algo que, ciertamente, se puede esgrimir contra él. Sin embargo, si atendemos al espíritu más bien que a la letra, me inclino a pensar que hay en él cierta grandeza, un aspecto profético de la comprensibilidad de la Naturaleza, una anticipación audaz de lo que mucho más tarde se realizó en la ciencia. Quienes tradujeron en hechos el espíritu de esta filosofía, constituyeron los verdaderos sucesores de Descartes, no Spinoza o Malebranche, sino Newton y la descripción matemática de la Naturaleza. Seguir mesándose los cabellos al discutir qué es la sustancia y cómo se debe definir, fue dejar escapar el mensaje; constituyó un error colosal. Una filosofía está ahí para vivirla. Lo que se convierte en palabra muere, lo que se convierte en obra, vive.”
Friedrich Waismann
Friedrich Waismann
- No comparto los dichos, pero sin dudas que es un texto potentísimo. Reniega de cosas valiosas, acaso con el fin de subrayar lo que se quiere resaltar, que es la acción en el mundo de las ideas...
[seguiré agregando análisis a este post, para sustentar lo que afirmo a priori, pero les dejo la cita, pues está muy bien dicha, sin perjuicio de lo ya observado.
Hasta mañana]
5 comentarios:
Me parece un comentario muy reflexivo por parte de Waismann, un hombre formado en las Matemáticas y la Física.
Es capaz de darse cuenta que hay cosas que la Ciencia, no es capaz de abordar y la Filosofía sigue en su búsqueda.
"[...]En realidad, el filósofo es un hombre que percibe grietas ocultas en la estructura de nuestros conceptos donde otros no ven ante ellos más que la llana senda del lugar común."
Friedrich Waismann, "Mi perspectiva de la Filosofía" en El Positivismo Lógico, A. J. Ayer.
Iván: releyendo este texto, que renuevas en tu comentario, concluyo que la visión de este autor que nos congrega es reductiva; ve a la filosófia como "aquello que finalmente se condice con las posterior ciencia inaplacable".
Muy científico su comentario; sigo sin compartirlo; mirar una disciplina como la disminución de otra màs plena es restarle esplendor.
Inteligibilidad sobre las cosas; acaso aquello es el meollo filosófico, más que iluminar al mundo, como vendría siendo el meollo poético.
Y la ciencia vendría teniendo sus propias grandezas, adyacentes, de las cuales, por el momento, no me siento muy capaz de hablar, sin perjuicio de acercarme a proponer que ellas (las ciencias) se engrandecen en el rigor de un lenguaje abstracto, capaz de avanzar con la mínima, y acaso inexistente, tolerancia a la ambigûedad y la interpretación, distante de la espiritualidad (no es su sustancia, ni a ella acude en su discurso), por mucho que de ella se valga en la búsqueda preliminar, de la cual se distrae en su forma final de presentación.
Saludos
Comprendo lo que acabas de decir, con respecto al hecho de restarle importancia a la Filosofía.
En esta época, a mi parecer, está de moda todo lo relacionado con los dichos de estos autores venidos desde el positivismo lógico. Concuerdo absolutamente con esa superposición que pretende tener la ciencia sobre la Filosofía.
Me da gusto, que por intermedio de internet, se de un diálogo tan fructífero.
atte,
Iván.-
["Concuerdo absolutamente con esa superposición que pretende tener la ciencia sobre la Filosofía"].
Con esto, me refiero a que concuerdo con la idea que planteas, al ver esa pretensión que tiene la ciencia, de superponerse ante la Filosofía.
Por eso, como lo dije anteriormente, hay cosas, de las cuales la ciencia no puede dar cuenta y es la Filosofía, la única que puede ahondar en esos temas.
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