[intentaremos ser profundos, al punto de establecer molestia en quien lea sin un espíritu noble y bienintencionado]
¿Existe alguna manera especial de ver aquello que al paso se muestra?
Hablo de ver con el modo interior que denota la estancia y refriega
Ver como si lo visto fuera el reflejo del que ve…
Ver
Por ejemplo
La única hoja del único árbol en un predio vacío plagado de alfalfa.
Esa hoja que en una rama se asoma por sobre el automóvil que pasa.
Puede ser, acaso, la manifestación elocuente de la propia percepción, que se entrega al infinito reflejo creador, entrevisto desde el ser humano, hasta aquello irreconocible si de paradigmáticos aciertos nos abstenemos. Entonces la hoja solitaria se deja ver como la vemos y este “verla” se define cuando arrojamos la plenitud de nuestros ser sobre ella, para que ella se erija como nada más ni nada menos que lo que paradigmáticamente entregamos, sin perjuicio de la forma exterior, inalterable, y acaso fenomenológicamente invencible.
Entonces, por cierto que esa soledad, será una tensión pasajera, que podría inclusive clavarse en mi memoria como lo haría el abordaje del navío al cual podría haberme arrojado, pero ella, deslavada en mi impotencia, sería el punto infinito de infinitas referencias restadas, que se exige detonar para ser el paso de lo múltiplemente generado, en bataholas de grupos y conjuntos amorfos, de multitudinaria elocuencia.
La ley de lo nimio, es idéntica a la ley de lo infinito.
La hoja a la que aludo, veamos cuánto podría entrever de sí misma, cuando le doy alma y desarrollo: …
Pasaba por la vía y detonada
se entrevé
la sinuosa soledad de la elocuente
partícula de verdor inalcanzable,
que se muestra como soy en mi retorno,
cual contraste de mi estancia en la agonía
como el cielo que contrata su latencia
del verdor en la silueta entretejida.
Pero entendamos que no se trata de decir lo que no es, sino de expresar lo que es y lo que existe, cuando de atributos se colma.
A contrapelo solo vemos una hoja en una rama en un potrero sembrado de alfalfa, y más nada.
Entendamos además que tal elocuencia de ese evento es lo que vemos, no lo que es sin mi presencia; ya que lo que es en sí, detona su resta hacia la objetividad infinita.
Sin la conciencia meditada, todo se vuelca en su retorno al origen fatal y eterno de ser la parte de aquello que, sinérgicamente coexiste en su expansión.
Objetivamente dejamos a lo otro abandonarse hacia su sino.
Entonces así, espero, podemos revelar la potencia de las cosas, que se nublan o refulgen, según la sentencia de infinito reflejo ante la ausencia de vacío desplegado, cuando se une la conciencia a la presencia, bajo el puente de curvada trascendencia.
(epílogo: calma; solamente decía, o intentaba decir que lo que se ve, refulge o se anula, según el paso y su alternada paciencia pertinente).
Tengan todos buenas tardes.
1 comentario:
Quiero agradecer, una vez más, el persistente y continuo incremento en visitas a este Blog, por parte especial de Chile, España, México, USA, Argentina, Perú, Venezuela, Colombia, Guatemala, Ecuador, Puerto Rico, Bolivia, Francia, Inglaterra y República Dominicana.
Las estadísticas son persistentes en estos lugares, lo que me pone muy contento, sin perjuicio del temperamento algo distante y severo que pudiera trasuntar en mis escritos.
Me comprmeto a mejorar e intentar innovar cada vez más, que la auto-cita es tan patética como la copia propiamente tal.
"Campo abierto; campo superado", me digo, y espero estar a la altura de estas metas.
Una abrazo, sobre todo a aquellos colegas "bloggeros" (algunos solamente, no exageremos) que me enlazan.
Con tiempo los visitaré.
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