El mundo para los hombres es algo presente, que debe ser transfigurado para sus propios procesos evolutivos, y desde este punto de vista es el mundo, para el hombre, aquello de lo cual dispone, salvo que le sea demasiado urgente su conservación, siempre por intereses internos que le caen de maduros sobre su cabeza.
Así es el mundo que el hombre toma y administra, y desde este prisma es que lo construye en sus obras de transformación implacables, para lo cual se ha dado procedimientos que no obedecen al beneficio de sus operarios, pero sí al supuesto beneficio de la mayoría de los seres a la espera de estos procesos constructivos (valga aclarar que la mayoría aludida será siempre una en incremento permanente e irrefrenable).
Se le exigen a estos procesos una exactitud infinita, para la cual los encargados deben someterse en cuerpo y alma, a sacrificio de toda plenitud paralela. No hay esfuerzo que esté excluido. Y ante ello los hombres encargados deben consagrarse por completo a los procesos y procedimientos y ensambles necesarios, sobre los cuales pesan los siglos de experiencia al respecto.
Tal esfuerzo de perfección siempre necesitará de convergentes modos de pensar al mundo, parecido al de las respetables hormigas, que deben ceder toda individualidad para someter su existencia a la fortuna de todos, que no es más que la desventura justamente repartida, sobre la cual pesan los sacrificios de la existencia grupal conducente, acaso, a una individualidad ajena al sistema de seres vivos que los constituyen.
Nada de esto da cabida al mundo de los creadores a-sistémicos, que vagan intuitivamente por caminos no lineales, no evidentes y completamente originales; su cabeza navega por transversalidades que el mundo del proceso de ensamble de la civilización necesita desconocer ex profeso. Por lo anterior es absurdo pensar que el ámbito de la creación podrá insertarse alguna vez en el mundo del orden de la maquinaria civilizada sin dejar de pagar un esencial precio de desvanecimiento.
Pensemos a todos los seres humanos como un racimo ordenado de piezas que deben ser insertadas, y a la vez deben dejarse insertar en un mecanismo de relojería imperfecto pero eficazmente conjeturado a priori. Resulta realmente imposible creer que el pensamiento creativo, que va abriendo camino sobre el supuesto ineludible de que el hombre evoluciona y necesita tener caminos insinuados, tenga que tener un lugar preestablecido en la sociedad linealmente desarrollada en el tiempo y en el espacio que el afán de todos materializa (dicho a modo reiterativo).
Por todo lo expuesto, quien se sienta capaz de aportar sus creaciones al mundo de los hombres, y desde esa capacidad emprenda esa tarea, debe aceptar libremente la intolerancia de sus semejantes…
…Es tan ridículo pedirle tolerancia a las nuevas visiones creativas a los sometidos al sistema de perfección conjeturada sobre la cual se construye el mundo de los hombres, como ridículo es pensar que el fino, elegante y pertinaz mundo del pensamiento creativo podrá tener un lugar en el ámbito que evidentemente pretende transformar (leer, para no repetir, la primera afirmación con la que comienza este escrito, en negrillas).
Lo anteriormente dicho no debe ser leído como una queja ni como una resignación, pues la verdad es que es una realidad implacable, como el ritmo de los días y las noches.
Como me resulta, no obstante estar ya hace 20 años pensando en estas cosas, tan novedoso para mí esto que suena tan evidente, permítanme re-citarlo desde los puntos de vista que siguen.
Ya sea artista, filósofo, científico, técnico, u otra distinta la consagración del creativo, este debe aceptar que su pensamiento, por naturaleza intrínseca será rechazado del modo más agresivo posible.
La agresividad que recibe el creativo a cambio de su labor se debe a la defensa del sistema intrínsecamente llamado a su propia y auto referente perfección. Es casi como si fuera un ser vivo el que se defiende de su amenaza transgresora; …”ojo con los elementos que pretendan desencajar la propia armazón de existencia particular de la que me alimento y afirmo; estas amenazas serán premeditadamente eliminadas si fuera posible, y por cumplir aludo a lo siguiente, …y si fuera éticamente aceptable”.
Toda creación de primer orden (no hablamos de reordenamientos de estructuras fundadas desde el pensamiento trasgresor) será amenazante, y a la vez se sentirá amenazada por otras, pues el pensamiento creativo no es lo único que poseen hasta los más virtuosos seres humanos, y por lo mismo un creador de primer orden también alberga al hormigueante ser sometido al sistema, sin el cual no podría tener referente que desafiar.
Tal paradoja de ser quien salta el río por las piedras impensadas, a la vez de saber por cual camino se cruza más cómodamente, es el verdadero sufrimiento y padecimiento de quienes tienen y no pueden renunciar al mundo de la trasgresora creatividad. Y estarán siempre con un pie en el orden propuesto, y con el otro pie en el orden impuesto, con uno se recluirán en la soledad de su empresa personal, y con el otro irán conociendo a sus amigos, irán trabajando para subsistir, irán criando a su descendencia, podrán atesorar bienes para su vejez, y sabrán, acaso, navegar por las aguas turbulentas del Ebrio Barco que Rimbaud echó a navegar desde su absoluta genialidad desafiante…
…Él, que traficó con esclavos, cuando ya sabía y conocía y visionaba, y acaso se extasiaba, a voluntad, con la cruda realidad de la más elevada de las paradojas que hacen, fundan, inauguran y revelan mundos por vivir.
Soberbio muchacho este inmenso genio inalcanzable, desde el cual he podido encontrar respuesta insoportable a todas estas cosas planteadas…
…Pagar por ver las revelaciones, implica desembolsar un alto precio de enajenación pivotante, a conciencia y a desgarro…
…Ah, desafiante muro olvidado
que tras el musgo desencajado
sabes del deshielo lacerante
sin el cual las cosas
se transvierten
a destiempo galopante
Deja ser al misterio medianamente desvelado
Conduce tu ser por la ruina oculta
que asemeja un humedal
pero que con sus desdichas sangrantes
señalan el lecho
del mundo indiferente…
…diría yo, poéticamente, a santo de nada pero a destiempo de toda certeza, pues no dejemos que la ecuación exacta ciegue al humeante desconocimiento de la madurez. Toda Duda es madura si se funda en el hallazgo coherente (diré también)
Diré además
que es solitario el mundo
Pero de él podemos salirnos
para abrazar al prójimo
Ya que no somos sino de los otros
Cuando desde uno nacen las cosas
Y solo quieren cantar
Qué cosas extrañas sienten algunos
Cuando van y vienen por los caminos rectos que se tuercen en el alma
Como cuando en la campiña te vas
serpenteando
para alegrar las cosas
sin saber de la oportunidad ni de la fortuna
Todo así
A solas y a compañías
Dejemos que se dejen caer
las olas abruptas
sobre el arenal conformado
Que él mismo se hace
con la marea
Pero de ella se separa
Para ser remanso y olvido
Sin el cual
el frenesí no tendría arribo.
Así es el mundo que el hombre toma y administra, y desde este prisma es que lo construye en sus obras de transformación implacables, para lo cual se ha dado procedimientos que no obedecen al beneficio de sus operarios, pero sí al supuesto beneficio de la mayoría de los seres a la espera de estos procesos constructivos (valga aclarar que la mayoría aludida será siempre una en incremento permanente e irrefrenable).
Se le exigen a estos procesos una exactitud infinita, para la cual los encargados deben someterse en cuerpo y alma, a sacrificio de toda plenitud paralela. No hay esfuerzo que esté excluido. Y ante ello los hombres encargados deben consagrarse por completo a los procesos y procedimientos y ensambles necesarios, sobre los cuales pesan los siglos de experiencia al respecto.
Tal esfuerzo de perfección siempre necesitará de convergentes modos de pensar al mundo, parecido al de las respetables hormigas, que deben ceder toda individualidad para someter su existencia a la fortuna de todos, que no es más que la desventura justamente repartida, sobre la cual pesan los sacrificios de la existencia grupal conducente, acaso, a una individualidad ajena al sistema de seres vivos que los constituyen.
Nada de esto da cabida al mundo de los creadores a-sistémicos, que vagan intuitivamente por caminos no lineales, no evidentes y completamente originales; su cabeza navega por transversalidades que el mundo del proceso de ensamble de la civilización necesita desconocer ex profeso. Por lo anterior es absurdo pensar que el ámbito de la creación podrá insertarse alguna vez en el mundo del orden de la maquinaria civilizada sin dejar de pagar un esencial precio de desvanecimiento.
Pensemos a todos los seres humanos como un racimo ordenado de piezas que deben ser insertadas, y a la vez deben dejarse insertar en un mecanismo de relojería imperfecto pero eficazmente conjeturado a priori. Resulta realmente imposible creer que el pensamiento creativo, que va abriendo camino sobre el supuesto ineludible de que el hombre evoluciona y necesita tener caminos insinuados, tenga que tener un lugar preestablecido en la sociedad linealmente desarrollada en el tiempo y en el espacio que el afán de todos materializa (dicho a modo reiterativo).
Por todo lo expuesto, quien se sienta capaz de aportar sus creaciones al mundo de los hombres, y desde esa capacidad emprenda esa tarea, debe aceptar libremente la intolerancia de sus semejantes…
…Es tan ridículo pedirle tolerancia a las nuevas visiones creativas a los sometidos al sistema de perfección conjeturada sobre la cual se construye el mundo de los hombres, como ridículo es pensar que el fino, elegante y pertinaz mundo del pensamiento creativo podrá tener un lugar en el ámbito que evidentemente pretende transformar (leer, para no repetir, la primera afirmación con la que comienza este escrito, en negrillas).
Lo anteriormente dicho no debe ser leído como una queja ni como una resignación, pues la verdad es que es una realidad implacable, como el ritmo de los días y las noches.
Como me resulta, no obstante estar ya hace 20 años pensando en estas cosas, tan novedoso para mí esto que suena tan evidente, permítanme re-citarlo desde los puntos de vista que siguen.
Ya sea artista, filósofo, científico, técnico, u otra distinta la consagración del creativo, este debe aceptar que su pensamiento, por naturaleza intrínseca será rechazado del modo más agresivo posible.
La agresividad que recibe el creativo a cambio de su labor se debe a la defensa del sistema intrínsecamente llamado a su propia y auto referente perfección. Es casi como si fuera un ser vivo el que se defiende de su amenaza transgresora; …”ojo con los elementos que pretendan desencajar la propia armazón de existencia particular de la que me alimento y afirmo; estas amenazas serán premeditadamente eliminadas si fuera posible, y por cumplir aludo a lo siguiente, …y si fuera éticamente aceptable”.
Toda creación de primer orden (no hablamos de reordenamientos de estructuras fundadas desde el pensamiento trasgresor) será amenazante, y a la vez se sentirá amenazada por otras, pues el pensamiento creativo no es lo único que poseen hasta los más virtuosos seres humanos, y por lo mismo un creador de primer orden también alberga al hormigueante ser sometido al sistema, sin el cual no podría tener referente que desafiar.
Tal paradoja de ser quien salta el río por las piedras impensadas, a la vez de saber por cual camino se cruza más cómodamente, es el verdadero sufrimiento y padecimiento de quienes tienen y no pueden renunciar al mundo de la trasgresora creatividad. Y estarán siempre con un pie en el orden propuesto, y con el otro pie en el orden impuesto, con uno se recluirán en la soledad de su empresa personal, y con el otro irán conociendo a sus amigos, irán trabajando para subsistir, irán criando a su descendencia, podrán atesorar bienes para su vejez, y sabrán, acaso, navegar por las aguas turbulentas del Ebrio Barco que Rimbaud echó a navegar desde su absoluta genialidad desafiante…
…Él, que traficó con esclavos, cuando ya sabía y conocía y visionaba, y acaso se extasiaba, a voluntad, con la cruda realidad de la más elevada de las paradojas que hacen, fundan, inauguran y revelan mundos por vivir.
Soberbio muchacho este inmenso genio inalcanzable, desde el cual he podido encontrar respuesta insoportable a todas estas cosas planteadas…
…Pagar por ver las revelaciones, implica desembolsar un alto precio de enajenación pivotante, a conciencia y a desgarro…
…Ah, desafiante muro olvidado
que tras el musgo desencajado
sabes del deshielo lacerante
sin el cual las cosas
se transvierten
a destiempo galopante
Deja ser al misterio medianamente desvelado
Conduce tu ser por la ruina oculta
que asemeja un humedal
pero que con sus desdichas sangrantes
señalan el lecho
del mundo indiferente…
…diría yo, poéticamente, a santo de nada pero a destiempo de toda certeza, pues no dejemos que la ecuación exacta ciegue al humeante desconocimiento de la madurez. Toda Duda es madura si se funda en el hallazgo coherente (diré también)
Diré además
que es solitario el mundo
Pero de él podemos salirnos
para abrazar al prójimo
Ya que no somos sino de los otros
Cuando desde uno nacen las cosas
Y solo quieren cantar
Qué cosas extrañas sienten algunos
Cuando van y vienen por los caminos rectos que se tuercen en el alma
Como cuando en la campiña te vas
serpenteando
para alegrar las cosas
sin saber de la oportunidad ni de la fortuna
Todo así
A solas y a compañías
Dejemos que se dejen caer
las olas abruptas
sobre el arenal conformado
Que él mismo se hace
con la marea
Pero de ella se separa
Para ser remanso y olvido
Sin el cual
el frenesí no tendría arribo.
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