Discurso Neumático

Francamente dispongamos turbias estacas, en retribución a los siglos de membresías perennes, ante las cuales negar la impúdica marcha de algunos en pos de los otros millares de sigilosos habitantes. Sabemos todo lo necesario como para determinar definitivamente algunas detonantes afirmaciones fatalmente nefastas, por las que dejamos nuestros más detallados malestares a la sombra de algunos arrimos innombrables. Y así, día con día materializaremos lejanas charcas de simbólica refriega, cual ave retornante, como si todo fuera y viniera a saltos y estallidos en pos de falibles acciones martilleantes. Pasarán los días y los años, pero nada nos distraerá de nuestra misión ineludible. Somos y seremos firmes arrimos a la sombra de ventiscas y huracanes. Todo así en paz dejamos y en silencio descansamos, por todo lo que vino y vendrá, y ante lo que siniestramente volverá; “He dicho”.