Las veredas de los cerros pueden ser escaleras; ellas son articuladoras de realidades increíblemente opuestas; arriba la llegada al cementerio por uno de sus costados, abajo, la subida Ecuador, llena de vida hoy por hoy. En los años en que hice este dibujo, solo estaba el Lodeví (si es que así se escribía) y todo era incipiente, al frente casi, había una tienda de servicio técnico de máquinas de escribir. Hasta el día de hoy me arrepiento de no haber comprado la que tenían en vitrina; era una planillera portátil; increíble; bella y simple, con su carro que casi la doblaba en longitud.La escalera que ven (los conté en su oportunidad) tenía más de docientos escalones.
5 comentarios:
Hola Sergio, he llegado aquí por el blog de Tomás, me han gustado estos post de Valpo-Viña , pero me quedo con la costa de Viña del Mar a Con con y la imagen de algunas escaleras del puerto,buenos recuerdos, gracias por recordarlos.Saludos de aldea.Ari
Y estamos donde estábamos, Sergio,
metidos en la lucha por el poder de las palabras.
¿Moderar comentarios? ¿No será censurar todo aquello que nos produce inseguridad?
La arquitectura de las palabras y de las ideas tiene algo de sinuoso y inaprensible que, o da miedo o produce placer.
Una eterna inseguridad deviene en cárcel para el carcelero y en la frustración de haber perdido definitivamente el sentido de la orientación que te permite saber de que lado de la reja está la mar.
Tengo muchas ganas de conocer Valparaiso. Esta calle/escalera se ve misteriosa ... Hacia donde va?
Saludos
Araceli: Soy de tres lugares; Viña-Valparaíso, Santiago, Rengo; cada cierto tiempo tengo que ir a perderme a esas escaleras y lugares en plena transformación y vida.
Jaco: Te sugiero imprimirle a tus dichos el sentido constructivo de la palabra asertiva, y no la somera fragancia de la ambigua intencionalidad (no te preocupes, también me pasa a veces), y la censura es para evitarme los encuentros con los Españolones Pacatos y Franquistas de la otra vez
Lilian:
Valparaíso es un lugar increíble.
Te cuento; a medio subir hay dos pasajes que nacen de esta escalera-vereda-pasaje; el de más arriba, en esos años, estaba bastante poblado por una importante cantidad de travestis de modesto pasar; gente bastante pobre de recursos, pero firmes en sus convicciones transformistas; mientras dibujaba (hice otros croquis de ese lugar, mirando hacia abajo) se me fue a sentar uno de ellos; jÁh! a meterme conversa, te voy a reconocer que no las tenía todas conmigo en esos momentos, y preferí hacerme el santo h... y seguir dibujando mientras me hablaba, sonreía y trataba de ser amable y no evitaba estar todo(a) cocoroco(a).
Dato freak; una compañera de Taller fue portadora de saludos del mismo individuo(a) días después. Si vuelvo a ir voy a pasar rapidito.
Con todo abajo está el sector que llaman Plaza Ecuador; arriba está el costado del cementerio de disidentes si mal no recuerdo. Adelante de ese cementerio y separado por una callejuela está el cementerio donde descansa Paula Howard (tu sabes).
jajaja :o) Interesante historia de tus dias de estudiante ... Gracias por tu detallada descripcion que me permitio visualizar el lugar muy bien. La mencion de tu amiga Paula me hizo recordar tu escrito al respecto que me encanto la primera vez que lo lei y bueno... todavia.
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