[Richard Strauss (1864-1949), compositor y director de orquesta alemán]
[Ya usada y manoseada hasta el cansancio, inclusive en comedias de burda factura, esta Obertura es, realmente, majestuosa]
Lo más impresionante de ella, es que es solo un puñado de notas el que configura la idea central de la pieza y eleva, realmente, a quien lo escucha por sobre las propias expectativas, ya que escucharla es como reflejar el propio colmo y las propias capacidades de ensoñación e imaginación, en torno a un tema suspendido en un énfasis en permanente crecimiento. Nada es pausa y todo es un suspenso en el borde inferior de una grandilocuencia absolutamente eludida y superada.
“Al cumplir los treinta años Zarathustra abandonó su patria y los lagos de su patria, y se retiró a la montaña. Allí podía gozar de su espíritu y su soledad, y así vivió durante diez años, sin fatigarse. No obstante, al fin su corazón experimentó un cambio; y cierta mañana en que se levantó con la aurora naciente, se encaró con el Sol y le dijo:
“¡Oh, Tú, Gran Astro!...” (Fragmento del inicio de la Primera Parte; Prólogo de Zarathustra).
Quienes hemos recorrido las páginas de la Obra poético filosófica de Nietzche, entendemos que de alguna manera importante, con potencia y coherencia, la Obertura alcanza una compenetración con la trascendencia del relato, ficticio, al punto que apreciamos que se configura la correspondencia entre música y texto a extremos casi perfectos (todo dentro de la más plena subjetividad).
Caerá la mañana
con la apagada inmensidad de un ocaso,
para estarse plenos
ante las grandiosas llamaradas
de un astro establecido
en la medianía entre el espacio turbio
de renegrida inmensidad
y el alma esperanzada del hombre liberado…diré, a modo de temerosa respuesta improvisada.
La obertura es plena, es realmente plena y suscitante, al punto que sobrevive al maltrato diario que le damos en nuestras propias humoradas domésticas. Ayer la ponía cuando los niños caminaban de la puerta de la casa al auto, camino al colegio, y sonreían entendiendo que les caricaturizaba un estado de modorra matutina, adonde todo esplendor es ajeno, no obstante la obertura estaba ahí, para bromear, y concluida permanece intacta.
Increíble.
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[Ya usada y manoseada hasta el cansancio, inclusive en comedias de burda factura, esta Obertura es, realmente, majestuosa]
Lo más impresionante de ella, es que es solo un puñado de notas el que configura la idea central de la pieza y eleva, realmente, a quien lo escucha por sobre las propias expectativas, ya que escucharla es como reflejar el propio colmo y las propias capacidades de ensoñación e imaginación, en torno a un tema suspendido en un énfasis en permanente crecimiento. Nada es pausa y todo es un suspenso en el borde inferior de una grandilocuencia absolutamente eludida y superada.
“Al cumplir los treinta años Zarathustra abandonó su patria y los lagos de su patria, y se retiró a la montaña. Allí podía gozar de su espíritu y su soledad, y así vivió durante diez años, sin fatigarse. No obstante, al fin su corazón experimentó un cambio; y cierta mañana en que se levantó con la aurora naciente, se encaró con el Sol y le dijo:
“¡Oh, Tú, Gran Astro!...” (Fragmento del inicio de la Primera Parte; Prólogo de Zarathustra).
Quienes hemos recorrido las páginas de la Obra poético filosófica de Nietzche, entendemos que de alguna manera importante, con potencia y coherencia, la Obertura alcanza una compenetración con la trascendencia del relato, ficticio, al punto que apreciamos que se configura la correspondencia entre música y texto a extremos casi perfectos (todo dentro de la más plena subjetividad).
Caerá la mañana
con la apagada inmensidad de un ocaso,
para estarse plenos
ante las grandiosas llamaradas
de un astro establecido
en la medianía entre el espacio turbio
de renegrida inmensidad
y el alma esperanzada del hombre liberado…diré, a modo de temerosa respuesta improvisada.
La obertura es plena, es realmente plena y suscitante, al punto que sobrevive al maltrato diario que le damos en nuestras propias humoradas domésticas. Ayer la ponía cuando los niños caminaban de la puerta de la casa al auto, camino al colegio, y sonreían entendiendo que les caricaturizaba un estado de modorra matutina, adonde todo esplendor es ajeno, no obstante la obertura estaba ahí, para bromear, y concluida permanece intacta.
Increíble.
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4 comentarios:
Sergio,
"Also sprach Zarathustra" es la pieza de musica perfecta para abrir tu blog en el nuevo formato :o) ... Pasaba por tu blog, esperando las continuas trabas de Bitacoras y me encuentro con muchas sorpresas agradables ... Primero, que esta composicion de Strauss me impresiono tremendamente desde la primera vez cuando ninha chica vi el film 2001 Odisea del Espacio; no se si me impresiono mas la musica o el film! A medida que me fui familiarizando con el tema, me gusto cada vez mas y asi sucesivamente hasta el dia de hoy ... ja! Segundo, que creo que tu blog es realmente un "tesoro". Tienes cosas tan "ricas" [lo siento, no puedo describirlo de otra manera]. Encuentro que todos los temas que abarcas, estan tratados con un sentido de la estetica tan placentero y a un nivel mucho mas profundo de lo usual, que realmente no voy a poder dejar de visitarte diariamente.
Una fan ...
Lilina; como siempre, muchísimas gracias.
Doctor; no, muchas gracias.
Podrías subir la obertura, aunque todos la conozcamos. Sería más gráfico, y una excelente oportunidad para escucharla... por enésima vez. Es un tema precioso, y leído el libro, cobra un significado trascendente.
Es que es tan conocida, que es mejor ir a Youtube y teclear las palabras clave.
En fin, gracias por comentar.
En este Blog es super esporádica la llegada de nuevos comentaristas. Casi inexistente, sin perjuicio de que las visitas se han incrementado notoriamente.
Conozco Córdoba, Argentina, Ciudad Universitaria. Hermosísisisisimas mujeres
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