lunes, 7 de mayo de 2007

El Ocaso del Mundo y el Advenimiento del Anticristo

Para nada estará la suerte de extraño despojo de nubarrones estancos sobre la marea dispersa Ante sinuosos ríos de paz y desolación El mundo ese mundo que era será pero dejara en su camino lo distante de la fortuna y la desmedida extracción de todo para algunos Y será luego la calma de todo para dejarse ante toda víspera ajena Aquel que era digno seguirá su pertinaz empeño y el egoísta robara la suerte del profano Música y desagües tristes ante mares de miseria la suerte negra del blanco merecimiento se deja aparecer Y entonces aquellos que nunca supieron de amenaza olerán la infatigable manera de llegar de la plaga repentina Amenaza con la forma de una cierta suerte de vaho insalubre que aumentará durante los meses estivales para atontar una vez más la sensación de derrumbe que en el fondo es el verdadero derrumbarse de las cosas de los hombres Entonces embebidos del sereno gris estarán todos esparcidos en la adictiva rutina que asegura futuro en su proyección eterna Porque la rutina es seguridad de persistencia Esa es la clave de la búsqueda de lo mismo encadenado de pensamientos fugaces Y todo así seremos nuestro propio anticristo estancos y entregados a la infalibilidad de la masa impotente ante sus propias miserias infiltradas Y muertos todos o agonizantes dejaremos que las mansiones se alleguen a desafíos más diáfanos Pobreza abolida y “poquedad” de la regaladora manera de estarse como águilas en el destierro de su valle de planeos y acometidas Muertos seremos pues terminada la rutina de la civilización se termina la estancia de alegría Ella es paz de nada sobre todo Paz a la manera de los hombres Paz de la suerte adormecida Paz del sereno Paz de la muerte Paz del vacío Paz de la fortuna Paz del infortunio Paz del caos vencido Paz de la pacífica siesta colonial Paz del cuadro de la casa paterna allegado al muro como al cielo las nubes Paz de las nubes en su danza predecible Paz de filigranas de colores sobre los muros perdidos de ciudades mayas Paz de la huella del pincel de Miguel Ángel entre las manos de Dios creando al mundo y entre todo al hombre solitario Paz de la capilla perdida Paz de las Ruinas Paz de Pompeya desenterrada Paz del estuco de palacios de Nerón Paz de la nada hecha latencia en suma Paz de la gota triste colgando de la punta de una rama renegrida en el fondo de la última caverna inundada…

…Tranquila paz de tendidas maneras y distensiones Paz de todo ante todo y entre todo el hombre y entre los hombres el Yo,
(ese Yo prepotente y egocéntrico)
cuidando la manera
de las cosas
en su vida pendular
de ser y estar
ante la vida y su sombra.


[Volver a la Página Principal de este Blog]

No hay comentarios.:

Para ir a la Página Principal de este Blog hacer click AQUÍ

Linkwithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...