Ni personas
Ni personajes
Somos,
Pues en el muestrario de eventos que nos visten y cubren
Hacemos las veces de sombras tenues
Que nadie ve ni toca
Que nadie pisa ni percibe
Nos tenemos por idiotas dignos
Y nos filtramos por las grietas de las murallas
Saludamos a cuanto desdichado nos mira
Pues tenemos origen pueblerino
Sonreímos como escudo y fachada
No miramos el futuro
Ni sabemos del presente
Para que los hechos resbalen por nuestra vida
Y así sobrevivimos
Leemos
De corrido inclusive
Virgilio
Para nosotros
Acaso fue un palurdo
Que en vano gastó saliva
Aprendimos técnicas
Sabemos procedimientos
Y celebramos el día de nuestro oficio
Somos felices
Criamos a nuestros hijos con tranquilidad
Ni siquiera los peores nos critican
Pues para nadie somos tema
Mas
Manejamos con maestría las sutilezas
Capaces de prenderle fuego a los crucificados
Despreciamos mártires y esclavos
Damos la hora
Y aportamos limosna
Tenemos respuestas de buena crianza
Para cada tema banal
Solo la línea recta nos ocupa
Pero alabamos las catenarias
Capaces de hacer mundo
(Según nos han contado)
Como loros tristes y desplumados
Pierna arriba
Repetimos los titulares
De los diarios más tendenciosos
Pero cada frase
Intenta ocupar lugar
En el ambiente apropiado
No sabemos de transgresión
No sabemos de invento ni arrojo
No conocemos descubrimientos
No entendemos maravillas
Pues como tristes mártires que aparentamos ser
Necesitamos culpar al destino de nuestra imagen
De perro enfermizo
Lastimero y orinante
Para cagarnos de susto ante el talento
Y así justificar nuestras viles trasparencias de tul filoso
Que a la pasada corta yugulares riesgosas
Anclamos nuestros zapatos al pavimento
Con pernos de acero galvanizado de tres cuartos de pulgada
Sobre una zapata empotrada
Con hilos de duraluminio
Cosa que nada raje nuestra impronta
Y permanezcamos
Como estacas embadurnadas de excremento
Pero bañados de chocolate y esencia de ámbar gris
Ah
Qué afortunados somos
Los fines de cada año
Cuando obviamente corroboramos
Que seguimos de pie
Y que nuestros enemigos caen como paltas al suelo
Manifestamos nuestro orgullo esporádico y ebrio
Por nuestras cuentas bien llevadas
Porque nuestros hijos nos siguen
Y se enorgullecen de nosotros
Ellos creen o esperan
Que sus padres fueron dignos de toda empresa
Y que ante todo no bajaron el moño
Y levantaron la mirada
Sobre un sutil pedestal de estucos lisos
Con molduras curvas y afiladas
Acaso nos ven con pergaminos en las manos
Y togas de profetas tristes
Pero nuestra vida es como un globo de látex
Que vence a las pocas semanas
Se quema y desgasta
Para que el aire inclusive
Sea excesivo para nuestra alma
Que no combustiona ni siquiera con pólvora
Y así nos quedamos
Nosotros
La raza de corderos llorones
Descendientes de Bruto
Afilando el puñal
Para pasárselo al criminal
Pues ni siquiera matamos explícitamente
No
Somos los fabricantes de la tierra apropiada
Donde se entierran los catafalcos
Donamos cementerios
Cargamos las armas a escondidas
Y luego nos diseminamos como el humo de una estufa
Mezclados con el vapor
Para precipitarnos a la tierra
en silencio.
[Volver a la Página Principal de este Blog]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario