▪︎El auténtico egoísmo siempre encuentra su explícito o más recóndito y retorcido camino▪︎
El flojo, por definición, es más proclive a defenderse ante la vulneración de sus derechos que a cumplir con sus deberes. El trabajador, dados sus afanes, tiende a lo inverso.
Y, por cierto, nadie calza completamente con los patrones absolutos de esta u otra percepción, pero les contaré que, en mi trabajo, en el que llevo tantos años, las personas más defensoras de los derechos de los trabajadores, son las más expertas en aparentar que trabajan y reducir al mínimo su productividad. Les encantan las extensas reuniones, el blablablá, el trabarse en lo más extensas posibles discusiones políticas, a la vez de no perdonarle chaucha alguna al sistema, malas para la cuota y sedientas de dinero en general; todos los derechos, "AKANGA" y, todos los deberes, "DEPENDE PUES"; y es más, cuando más bogan por una causa justa, más están actuando para ellas mismas, POR SOBRE TODO LO QUE PREDICAN. Es extraño esto; y esta descomunal y profunda incoherencia que tenemos los humanos es lo que más perplejo me deja; cuando más uno se parece, menos es.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario