▪Sin perjuicio de existir múltiples manifestaciones de la genuina amistad, posiblemente una de las más puras sea aquella donde la comunicación es tan efectiva y profunda, que basta un díálogo tan esporádico como preciso, a lo largo de los años, para mantener el vínculo intacto y fresco.
▪Hay otras manifestaciones de la amistad que suplen necesidades prácticas y carencias contingentes y que, en cuanto tales, no necesariamente son tan puras, como Don Chuma con Condorito donde el primero reemplaza al sistema financiero y la asistencia social gubernamental a la que el segundo no sabe o no puede acceder, otras amistades apuntan a suplir las soledades cotidianas o los requerimientos de diversión y esparcimiento. Conocidas son las amistades jerarquizadas, donde uno es el empleador del otro y todo el resto surge de ahí. Pero el caso de lo primero expuesto, a mi entender, es uno de aquellos donde mejor se pone a prueba la amistad más pura y simple.
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