Hay breves pero trascendentes diálogos que duran toda una vida. Los que los llevan a cabo se convocan cada cierto tiempo (horas, días, años, décadas) y avanzan un poco, cada vez, en el asunto que tratan. Suelen quedar inconclusos por la muerte de alguno de los dos.
A lo mejor todas las vidas entrecruzadas - por los más diveros motivos y naturalezas - llevan a cabo este tipo de "conversaciones" que, en algunos casos, constan de miradas, bromas, ironías, breves asuntos triviales, gestos, silencios o constan de palabras explícitas de un peso específico inmenso. La mayoría no las aborda de frente y se entregan, casi inconcientemente, al juego de los gestos y sus reacciones interminables. A lo mejor esta es la clave de todo en terminos de amistades, afectos y amores imperecederos o, a la inversa, de enemistades, odios, rencores y turbias pasiones indeterminables. Bien sabemos que los tipos de relaciones entre seres humanos a veces van y vienen, respecto de una línea divisoria, que separa lo bueno de su grotesca sombra indeseable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario