Estar vivos no es más que una delgadísima, tenue, pasajera y delicada percepción de potente y luminosa realidad sobre un insondable, oscuro y vacío silencio eterno.
Cuando sepa que voy a morir (y espero que pase mucho tiempo para eso) me abordará una implacable postura objetiva que casi parecerá una locura planificadora. Pero será todo lo contrario. Y quien quiera interrumpirme en mis afanes e impulsos, con consejos sabios y asertivos, será mandado a la mismísima cresta, con todo respeto y educación. A lo mejor nos preparamos toda una vida para tal educada reacción de rechazo.
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viernes, 13 de septiembre de 2019
NUESTRA VIDA SOMOS NOSOTROS, NUESTRAS ACCIONES, NUESTRA OBRA, NUESTRO LEGADO Y NUESTRA DESCENDENCIA
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Entrada publicada originalmente a las
7:56 p.m.
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