El tremendo problema predominante es que la gente está viendo el mundo a través de sus expectativas, con la supersticiosa excusa de que la voluntad transforma la realidad, Y PODRÍA LLEGAR EL DÍA QUE LA CIENCIA DEMOSTRARÁ ESO, pero tal cosa no será a todo evento sino bajo determinadas circunstancias. Entonces, lo que sucede es que la gente, escudándose en patrañas, se excusa de enfrentar el carácter íntegro de las cosas, atribuyéndoles aspectos que forman parte de sus gustos, afinidades y esperanzas. Mal. No, no mal; pésimo y tal impronta proviene de todas partes, incluyendo a sus padres y profesores entre otros.
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