La gran paradoja humana radica en que toda solidaridad, salvo puntuales hechos diferentes, tiende a partir por casa aunque todos, estratégicamente, prediquen lo contrario.
Cualquier postura, incapaz de coordinar eficazmente tal paradoja sin reprimirla, la considero carente de futuro a mediano y largo plazo.
Por lo anterior opino que las auténticas utopías tienden a lo ético, no a lo ideológico y lo ideológico no tiende a lo ético; tiende al poder en cuanto verbo, no en cuanto sustantivo.
Por ejemplo, el arquitecto desea llevar a cabo sus obras. Para lograrlo vuelve estratégicamente predominantes sus dichos profesionales con el fin de hacerlos lucir y asi PODER realizar sus obras, para que lo busquen, lo contraten, lo valoricen.
Asi las ideas de un profesional se vuelven ideológicas; asi se vuelven porque se perfilan como estratégicas.
No es necesario tratarse de Camarada o Compañero o hablar del "pueblo" o de los "ricos" para actuar ideológicamente.
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