Un ejemplo:
Estas martillando un clavo, y te das pleno en el dedo pulgar con la herramienta; mientras te retuerces de dolor observa las cosas a través de ese dolor ensañado plagado de improperios; describe cómo "sientes" los colores cuando echas garabatos y esperas que se espante el dolor. Tales cosas te dejan en un estado de aprendizaje profundo; hay distingos según los hechos, el dolor, la actitud furibunda.
Cuando te calmas comparas.
Semejantes descripciones, eso sí, piden de un dominio del lenguaje que DEBE rayar en lo experimental; cosas así no están en los libros, ni en los diccionarios ni en las enciclopedias.
Luego...
Quien huye constructivamente hacia el contexto predominantemente real que se impone en determinada situación, se ve enfrentado a la más esencial y manifiesta necesidad de arte en el hombre. Hablo de ese arte completamente inverso a lo decorativo que se le atribuye a tal actividad o vivencia.
Una cosa es el arte de quien "huye" constructivamente hacia el contexto predominantemente real que se impone en determinada situación y otra cosa muy diferente es el "arte" de quien percibe una manifestación de su agrado y la expone para lograr mayor bonitura.
La primera instancia, la de metafórica "huida" es una instancia de belleza.
La segunda instancia es una instancia de bonitura.
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