lunes, 21 de diciembre de 2009

"El Hombre Elefante" y El Elefantiásico Veredicto de Nuestra Esencia

[De mi antigua bitácora. Fecha original de Publicación 27 de Mayo de 2006]



David Lynch; Director [1980]

[©SmcArq] Joseph Merrick fue, objetivamente hablando, no más que un hombre de la Inglaterra victoriana. Padeció una enfermedad que lo deformó de tal manera que casi fue propio, en esos años, exhibirlo como una suerte de circense monstruo horripilante. La Película en blanco y negro que David Lynch realizó acerca de su vida, seguramente puede no ser un documental dramatizado acerca de este personaje que, según entiendo, alcanzó gran celebridad en su país, pero es una alegoría eficaz al ser humano que todos traemos a cuestas.


El asunto es que el discurso cinematográfico presenta coherentemente la extrema y sutil fineza de un espíritu superior, capaz de sembrar la atmósfera de conmoción propia de las contradicciones del hermoso mártir , encerrado en las deformes protuberancias del más desventurado de los seres humanos.

La penumbra permanente, la época, el trato del que fue objeto y la dignificación que se le hace al final del Filme, resultan plenas como un lenguaje fino y asertivo , que no cae en el melodrama ni la sobreactuación. La música elegida proviene del Adagio para Cuerdas de Samuel Barber, que establece la tensión justa entre el sufrimiento y la reivindicación consecuente de la que el protagonista es objeto.

Sentirnos inversamente identificados con la externa miseria de este hombre, es paso no menos que consecuente, ya que todos solemos ser al revés que el Hombre Elefante; portadores de una miseria interna, y hábilmente encubierta por una pátina corporal de pertinente apariencia.

¿Cómo habría sido John Merrik sin su destino corporal?, quien puede saberlo, pero sin Dudas que la soberbia habría campeado libre y dispersa por su comportamiento perceptivo y mesurado. Más imperfecta habría sido su personalidad, sin el potro de torturas al que se vio sometido, para entrever cristianamente que el sufrimiento salva, forja, construye y conforma a quienes se ven destinados a su pie forzado, siempre y cuando estén dotados del potencial de inteligencia “sectorial” capaz de construir de las miserias la grandeza.

Más humilde será quien sufra, que quien no lo haga, o por lo menos más oportunidades tendrá de ser mejor, quien viva la vida diversa del mundo implacable.

Seremos lo mejor que nuestro cuerpo y nuestra vida nos permitan, si tomamos al alma como la potencia de acción liberada en el espacio tiempo del mundo que a todos nos ha tocado vivir.

John Merrik somos nosotros mismos. Nadie más que nosotros mismos, en el espejo alabeado de la creación cinematográfica.

No hay comentarios.:

Para ir a la Página Principal de este Blog hacer click AQUÍ

Linkwithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...