- Sushi: mesiánico fetiche culinario, cuyo poder de inserción en la trama social chilena lo ha liberado de tener algún sabor o gusto característico, puesto que, aparte de ser algo digno de ser comido, provenga de Japón o no y venga de donde venga en suma, es un completo tabú declarar que nunca se lo ha probado y mucho menos opinar que no resulta del gusto de alguien en particular.
El sushi, sobre todo para los profesionales jóvenes provenientes de la clase media o media baja, viene a constituir “un norte”, un motivo para seguir viviendo, y un fin en sí. Aprenden a prepararlo; compran todos los adminículos necesarios para su elaboración, decoran sus casas, departamentos o lofts acorde a la estética de donde alguna vez inaugural lo probaron, y así…
…El sushi, para algunos chilenos viene a constituir ÉL ritual de iniciación a través del cual, ilusos ellos, pueden optar a ascender socialmente por obra y gracia de simplemente nombrarlo y proclamar ser cultores acérrimos de su consumo habitual.
Para algunos coterráneos de este país, los Sushi Bar son el Templo donde adoran a su deidad; Aquella que navegó por el Mar de Japón para arribar, tras una larga travesía, a algunos barrios de marcado sesgo aspiracional y arribista de, preferentemente, la capital nacional de esta angosta y delgada faja de tierra.
Sushi, Ora Pro Nobis.
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