miércoles, 31 de diciembre de 2008

Penélope v/s El Partenón

Si, claro, es bonita, pero no todos la encuentran tan bonita. O al menos no todos la encuentran tan bonita como lo bonita que yo la encuentro. De hecho, en mi muy personal sensación, creo que es la mujer más bonita que he visto, y no termino de encontrar el porqué, así como racional.
Y lo que digo no es tan absurdo, pues, analizando sus rasgos, estos son casi caricaturescos: es muy baja; es bajísima, su cabeza es algo más grande de lo que podría ser la media de tamaño cerebral para sus proporciones generales, sus ojos los encuentro desmesuradamente grandes en relación a su cara; sus labios algo anchos en relación al grosor de los mismos, que estallan más al centro, dejando una comisura algo exagerada. ¿La frente?; pues es algo extendida hacia arriba, y no tiene tanto busto como el que uno quisiera (qué diantres), y al oírla hablar, para más remate, no es todo lo brillante que uno quisiera que fuera (o por lo menos no he tenido la suerte de oírle comentarios algo salidos de frases hechas). Suma y sigue, pero la encuentro sim-ple-men-te maravillosa. La encuentro preciosísima, realmente bella; la más bella que he visto en los medios; más, mucho más que Salma Hayek, que vaya que me pasan cosas con ella.

Acaso esto mismo que observo; esto de que está siempre en el límite de las proporciones “perceptibles como armónicas”, o algo así, podría ser la clave de lo que digo.

Ahora pensemos lo siguiente; el Partenón tiene precisamente estas características; es deforme, ¡Sí!, deforme, casi no tienes líneas rectas; su conformación obedece precisamente a su presencia ante el ojo humano, y ante él se subordina, siendo su verticalidad algo “piramidal”, para evitar el fenómeno que sucede, por ejemplo en Nueva York, donde los rascacielos “se vienen encima”, y hay otras cosas. Pero creo que se entiende.

Penélope es todo lo “limítrofemente bella” como para hacer que el ojo reúna tales proporciones algo desmesuradas por separado, y permitan que se arme una especie de “impacto visual de hermosura”, claro está, sumado al remolino hormonal que cada uno puede aportar ante semejante monumento.

"Belleza Griega”, me atrevería a agregar.

Feliz año nuevo.

2 comentarios:

sbsc dijo...

Sí, definitivamente, Penélope es una modelo de Modigliani andante.
REspecto del Partenón, qué decirte, mucho no puedo opinar en cuanto a arquitectura, apenas puedo esgrimir que las paredes de los palacios del Renacimiento estaban sostenidas por arbotantes por la delgadez de las mismas en comparación a los gruesos castillos del medioevo. No sé porqué pero tengo muy grabado eso que fue tema de una clase de literatura italiana en 2º año del profesorado...
Qué tiene que ver esto? Nada.
Leo con fruición cada nota que aparece en los suplementos de viajes de los diarios en donde aparece Grecia y/o cualquiera de sus destinos, y pienso que el día en que esté parada frente al Partenón y sus cariátides voy a llorar (eso no es novedad viniendo de un argentina) hasta que me dé hipo de la emoción.

Sergio Meza C. dijo...

Gracias por tu comentario, estimada Sonia. Vuelva a postear

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