lunes, 4 de agosto de 2008

La Alegría de Juan Sebastián Bach

Concierto de Brandeburgo nº 2

Sabido es que viaja materialmente hacia las estrellas, en los Voyager remitidos potencialmente allende el sistema solar en la década de los setenta.

Su cadencia por cierto que no me corresponde clasificar ni detallar, dado el lenguaje certero que ya existe hace siglos, y que los expertos pueden definir a extremos que nos superan.

Pero su alegría, su dicha, su máxima satisfacción, no es parte de la esencia de la notación, me imagino, por cuanto no es ella, como no son las letras, quienes dan cuenta del Arte Poética de Huidobro en su certera y breve acometida.

Solemnemente, para nuestros oídos contemporáneos, aborda sus propuestas con un ensamble capaz de presentar en sólida equivalencia acaso a las partes menos jerarquizadas de la obra, y dejando a sus protagonistas instrumentales como el decorado acento de una masa uniforme y desbordante de matices que segregan todo, hacia su sitio perenne de perfecta pertinencia, en pos de un camino que es grupo y presencia multitudinaria, cual trote accesible de un tropel de caballos multiformes y policromados en sus apariencia, avanzando hacia las aguas prístinas de un arroyo benefactor y predecible, por sobre una alfombra verde en un monte que retorna en su cima hacia su efectivo contraste.

Y claro, no es ya el momento presente de la obra la que configura su percepción de majestuosa impronta febril, en su algarabía retenida cual pulso acometido, capaz de ser en aquello que desencaja su nutrida mansedumbre, paradojalmente detonante, de la especie de abstracta satisfacción que nos genera a los oyentes…

…esta obra, y no solo esta por cierto, siempre apunta al futuro de su misma culminación, y podría ser que en este intento de nutrir al verbo con semejante poderío, acabemos por pensar que la alegría se entraba y se detona en el augurio relativo del presente proyectado en el futuro inmediato de su empeño. Y siempre aquella pieza anuncia la mayor majestuosidad, hacia adelante, como si lo que viene fuera lo mejor, sin desmerecer su camino, cual vida que en sabiduría precia el transcurso que señala un eje pertinente hacia un final arremetido.

Tal tensión hace del Concierto de Brandeburgo nº 2, ser lo que es, en su fuerza de ser ahora y ser en lo que viene, para dejar la dicha futura amarrada en el presente cual sino profundo que sabe de su acierto y camina decidido.

¿He sido claro?; ¿He logrado abrazar en palabras difusas la paradoja del Concierto de Brandeburgo nº 2 de Juan Sebastián Bach, músico barroco y persistente en este juego de señales que se engarzan y se nutren cual tropel en su contexto, para hacer del canto de la obra el contracanto que recobra la malicia que se escapa y la fortuna que se adentra?...

…Concierto recobrado, en la gesta que se entorna, en un presente que presenta, su futuro que culmina, y que detona su camino.

Destino recobrado de su sino y de su cima, anunciado en su factura y defendido en su fortuna.

Factura que se entorna, y que te abraza en su cordura

Cordura que presenta, su matiz y su finura

Potencia que galopa, y que destraba la pericia

Factor determinante, que derrama su talante

Destino adormilado
sin su trino
desgarbado

Potencia
que recobra
su cadencia y su blandura

Costumbre del amor en sí, fortalecida
por su nota y su traspié
cual requiebro
entrometida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hablas de la alegría que percibes en esta pieza que es parte de la serie de seis conciertos que el gran J.S. Bach compuso y entregó en 1721 al Margrave de Brandenburgo.

La alegría aludida que como tu dices “no es parte de la esencia de la notación” tiene mucho sentido ya que este fué uno de los periodos mas felices y productivos en la vida de Herr Bach.

Después de leer varias bibliografias acerca de Bach en que no se explica específicamente el motivo de esta alegría, solo me puedo imaginar que la fortuna de contar con una orquesta compuesta por los mejores musicos de Europa de ese tiempo en un pueblito olvidado de las politicas e influencias ajenas, donde el maestro tenía la libertad para hacer literalmente lo que quisiera, o casi, dió como resultado que durante este período compusiera sus piezas mas dificiles, algunos dicen, casi imposibles de tocar en ese tiempo por la mayoria de los interpretes; un genio creador –Bach- se unió a virtuosos que podían llevar a cabo sus composiciones. Me ahorro el motivo por el cual estos famosos musicos estaban viviendo en un pequeño pueblito en vez de Berlin, para no hacer demasiado largo este comentario.
Saludos,
Lilian

Sergio Meza C. dijo...

Lo que intenté hacer es un aporte desde mi propia percepción.

Sabía que Bach en esa época era feliz, pero hay otras épocas en las que él también hizo piezas bañadas de esta felicidad intrínseca.

Hay una pieza de la Ofrenda Musical (la penúltima) que tiene este atributo. En mi MP3 la tengo denominada como "JSBach-LaOfrendaMusical-15-CanonesDiversiSuperThemaRegium_FugaCanonicaInEpidiapente.mp3" en una versión de la Academy of Saint Martin in the Fields, que tiene, entre otras virtudes, la de ser interpretada por variados intrumentos; teclados, cuerdas, vientos.

Lilian dijo...

Tu aporte, poeticamente subjetivo, es muy emotivo. Si, esa pieza que aludes de la Ofrenda Musical tiene un caracter alegre y es lindísima; bueno… que cosa que compuso Bach no lo es? Aunque como tu ya sabes Bach, al componer la Ofrenda Musical estaba pasando por un período de mucho stress en su vida y tal vez el peor momento ya que era justamente inverso a la vida que llevaba cuando compuso los conciertos de Brandenburgo cuando estaba en su apogeo y era Kapellmeister en el pequeño pueblito de Coethen, libre de componer lo que quisiera.

Sabes que? Me parece muy significativo que casi tres siglos después de que Bach compuso la pieza aludida en tu post, su música siga subiendo en importancia y entendimiento, como un eterno crescendo y también que estos seis conciertos se hayan convertido en un benchmark de la música barroca. Y pensar que el Margrave de Brandenburgo no le pagó y ni siquiera le agradeció a Bach por esta serie de conciertos! Lo que es la vida…
Gracias por escribir de estos temas :)

Sergio Meza C. dijo...

Que se pudra el "Margrave de Brandeburgo", viejo mala paga; ya pasó a la historia como un pelmazo, que vio pasar la belleza de Dios ante sus ojos, y le hizo el quite a su resplandor, en vez de dejarse cegar por ella

Para ir a la Página Principal de este Blog hacer click AQUÍ

Linkwithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...