De un interesante post de Doctor Jota, les participo, al menos, mi comentario al respecto, que me pareció rescatable, toda vez que temas como estos, por lo general no me atrevo a tocar.
"Me imagino que el tema del suicidio viene por dos vertientes antagónicas pero insoportables en sus impresiones;
La primera se reviste de vacío, carencia de espacio y tiempo futuro como para restituir el equilibrio y el balance de las cosas importantes de la vida ("se acabó el tiempo”).
La segunda se proyecta como una insoportable persistencia del espacio y del tiempo, sin perjuicio de la cual nada variará y todo se fastidiará indefectiblemente (”el tiempo me sobra”).
Fatalidad en suma; el suicidio es coherente con la máxima fatalidad; en ella todo sucumbe y nada se edifica.
La muerte y la fatalidad debieran coincidir en esta suerte de tesis final de una vida.
Suicidio; auto-exterminación, voluntario arrojo a los brazos de un destino “al menos próximo” y dentro del cual finalmente huyo de una realidad insoportable.
Pero con todo es una apuesta; y quienes apuestan son más valientes que cobardes.
(Vaya cosas)"
5 comentarios:
Y yo que concrepo. Especialmente en el último párrafo.
En todo caso, larga vida tanto para usted como para mí.
Sergio,
Este es un tema que me interesa muchísimo; tal vez porque conozco a tres personas que tomaron esta triste decision. Los tres eran hombres: un amigo norteamericano, un alegre y lindo chiquillo de pelo largo y rubio de 22 anhos, que bajo la influencia del alcohol se suicidó porque su novia lo dejó. El gerente general de un banco internacional en Washington, DC, a quien conocí por motivos de trabajo, hombre brillante, quien parecía que tenía todo en la vida para ser felíz sin embargo se pegó un tiro estando sólo en su yate –se encontró el yate a la deriva y nadie pensó en suicidio hasta que encontraron su nota en la casa, y un ex-novio mío que era pintor, sensible, con el alma de un niňo, quien no estaba preparado para enfrentar el mundo en su realidad que puede llegar a ser muy cruel e injusta [no eramos ya novios cuando tomó esta decision, pero eramos amigos].
Creo que hay algo que tú y tu comentarista olvidan, y es el poder de sobrevivencia intrínseco a los seres, humanos o de cualquier otra especie. No me refiero siquiera a la parte religiosa, sino a la puramente biológica que nos ha permitido llegar al siglo XXI y seguir aspirando a más. Por consecuencia, deduzco que el ser que se suicida está optando por la alternativa más fácil y opuesta a la valentía; la valentía se necesita para confrontar la vida con sus obstáculos e injusticias y seguir en la búsqueda de lo que somos y lo que pretendemos ser. El suicida simplemente no se la pudo en el desafío planteado ante nosotros.
Saludos!
Es que podérsela no es tan dificil; basta con dejar algunos escrúpulos de lado; creo que quienes no se la pudieron se sintieron atrapados por sus propias barreras mentales, sean pertinentes o no.
Sentirse atrapado y no caer en la duda y la indefinición en la que todos solemos caer cuando nos encierra la vida es de arriesgados; no se nos olvide que, de alguna manera, morirse implica verse enfrentado con el estado siguiente de la existencia, que sin dudas que es distinto al actual; "cuando mucho" no perdemos la conciencia y mejoramos "de calidad de vida", pero "cuando menos" perdemos la existencia en sí, y pasamos a ser solo una sombra proyectada en los rastros que dejamos en este estado de cosas (que no me siento muy capacitado de definir; ¿y quien si?)
No dejemos de tener en cuenta que aludí a contextos demasiado amplios cuando hablaba de los extremos "espacio-temporales" de la situación.
Mis experticias no van por la minucia o el detalle; mis capacidades de enunciado, creo, van por los extremos, las extrapolaciones, y las miradas a la distancia; "a vuelo de pájaro", con todo lo malo y todo lo bueno que ello implica.
Creo entender tu punto cuando hablas de la relación entre el sentirse atrapado y el arriesgarse; es una perspectiva que no se me había ocurrido. Sin embargo, tengo una tendencia a verlo en forma opuesta. Tu dices … “Es que podérsela no es tan dificil; basta con dejar algunos escrúpulos de lado…” Y yo te propongo que nadie está libre de escrúpulos; se dejan de lado algunos y aparecen por otro lado como hongos … pero el asunto es tener la entereza y la sanidad mental [algo sobre lo cual no todos tenemos poder absoluto por cuenta propria lamentablemente, pero sí con ayuda externa] de poder navegar en el mar de vaguedades de la vida “degustando” lo que tenemos y queremos y que nos da energias para seguir adelante, ésta última una facultad que un suicida no tiene.
Encuentro que los contextos “espacio-temporales” que propusiste son muy validos; parecieran generales pero me parecen totalmente aplicables.
Gracias por compartir tu blog y por abordar temas los cuales no va mal detenerse a examinar; son parte de nuestra realidad y por lo tanto evolución.
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