lunes, 5 de noviembre de 2007

El Límite Propiamente Tal

Cuando veo una sombra marcada, en contraste con la luz más brillante de un mismo cuerpo, percibo una línea imaginaria que denominamos límite. Este límite propiamente tal, ¿qué es exactamente, en términos filosóficos?. La línea aludida no es tal, pero con ella la identificamos, y en contraste, vemos líneas como cables por la calle, y podemos representarlas como perfectos trazos unidireccionales, sin perjuicio de su forma, curvatura, catenaria y dirección.

Es inverso un límite provocado por el contraste de dos superficies que se muestran contiguas, en relación al cable que recorta el fondo sea cual fuere. Pero, por cierto que si nos acercamos a aquel cable, termina por ser inclusive un área parcial adonde mirar con una lupa y reconocer innumerables matices, vida, humedades y acaso líquenes que configuran al supuesto trazo casi como un lugar. Entonces, a la distancia, veo un cable que perfectamente puede resultar no ser un trazo, sino un trozo de algo diferente, pero que a lo lejos, colgando es aquello trazable como el rasgo sin espesor prácticamente. Y a contraparte, volviendo al inicio, veo un límite que no es sino el fin de lo claro que contrasta con lo oscuro; entonces el límite abstracto que no es en sí, sino que es en la medida en que se delinea lo otro, ¿es algo propiamente tal?

Cuando un beso se establece, el beso es los labios y el ser de ambos que comparecen, luego el beso es el acto de afecto de ambos en conjunción corporal; el beso es lo que otros constituyen, como el límite de las sombras con las luces no es sino inicios simultáneos o comienzos de lo uno y finales de lo otro; el beso es virtual, como virtual es el límite entre dos zonas. Los límites suelen ser así; hechos de la sustancia de lo otro que se resta en su materia o esencia. Es como si el límite fuera la resta de lo otro que en su desaparecimiento repentino diera lugar o espesor, o ausencia de espesor evidente.
Un límite, necesariamente lo es mucho más si carece de atributos, como si de ello se valiera para ser esencia restada de otras ausencias que se establecen contiguas; los límites suelen dejar establecidas contigüedades.

Los límites son esencia inversa de otras partes distintas, casi como si la nada destellara sin dimensión ni lugar puntual, más ella se vislumbra en el abandono fugaz de lo uno hacia lo otro; no es límite un lugar disperso y extenso, o lo es menos que el trazo aparente que rasga el ser y lo circunscribe, así, imaginariamente cual orilla de un lago que no es agua ni tierra, más, a la distancia se reduce; un espacio puede ser extenso entonces, en la medida en que se perciba como ausencia de lo otro a la medida de alejamiento pertinente.

Un límite es ambiguo al menos,
pero nunca,
creo,
es
“aquello” circunscrito,
ya que
más que circunscribirse,
el límite otorga inicio y desarrollo y por último, otorga circunscripción
en la medida en que su generada y diversa esencia ajena
se potencie y se presente

La distancia menor a un límite es aquella que culmina en su infinitamente diversa esencia complementaria. Abstracto será un límite, en la medida en que él se distancie y se presente en su ausencia manifiesta, cual negación plena de al menos dos presencias adyacentes de alguna manera y necesariamente contiguas espacial, temporal o conceptualmente. Un límite puede ser conceptual y no evidente, en la medida en que se exprese ante dos eventualidades contrapuestas o diferenciables; límite de la razón puede ser la frontera entre la cordura y la locura, más no por loco deja de tener cordura aquel que en su desatino se atenga a las consecuencias y sin más acometa cual arrojado ser que midiendo se lanza y en la afrenta se engrandece.

Hablaba que entre al menos dos cosas existe un límite, pero podría existir un límite entre todo y la nada. ¿Cuál podría ser el límite entre todo y nada, toda vez que nada es menos que algo, y por ende no es parte de cosa alguna?. Si Todo es Uno, y ese Uno que es todo limita con algo; ¿Cuál es el límite entre Todo (o Uno) y aquello otro diferente?; ¿cómo es ese supuesto límite entonces, si es que existe esta manera de poner Todo contiguo a lo otro que fuera de todo se encuentra?.
Si existe un límite entre uno y nada, ese límite, de existir, es aquello otro que en su abstracta medida de vacío y ausencia potencial se configura como “lo otro” distinto de Uno, que establece la dualidad inaugural. Pero todo esto es conjetural; nada de lo aquí expuesto contiene el germen del absoluto (ni mucho menos, ¡imagínense!). Con todo, un límite entre todo y nada, ¿es menor que nada por cuanto esta nada es frontera de anulación?, o ¿es la nada el límite propiamente tal que, por evidencia se retira y su propio retirarse constituye su ser?

Vayamos a la abstracción del límite más inmaterial que pueda existir; un límite entre dos unidades idénticas pertenecientes ambas a los números naturales distintos de cero

La 1’ es distinta de 1” (por no utilizar letras, para hacer más algebraico el asunto), sin perjuicio de ser la misma en términos simbólicos, o filosóficos, (la unidad inaugural es siempre la misma pues de no serlo atentaría contra su esencia).

El límite entre ambas unidades es inexistente, pues 1’ = 1”, como sería decir, algebraicamente, que a = a, sin perjuicio de que la convención humana de establecer dos identidades tales como singularidades que en su resultado son idénticas, pero que en su ejercicio se manifiestan como “dos contraposiciones de similar naturaleza en grado sumo”, es, por decir lo menos física y fenomenológica. Me explico; el juego o convención de decir que “1” es igual a sí mismo no es otra cosa que un reflejo de la realidad que creemos percibir, ya que solo en el mundo existen cosas casi idénticas que se distancian y se comparan. Abstractamente “1” no es igual a sí mismo, por cuanto esa igualdad implica tiempo y espacio y complejidad diferenciadora que ese número no posee. En suma “1” no posee nada salvo su propia presencia en sí que es vacía de contenido, pero manifiesta.

¿No les parece paradojal todo esto?...

…como no va a serlo, si decir 1=1 es abstractamente impropio, y por otra parte “1” tiene que provenir de nuestra percepción de la realidad percibida y contada (un perro y tres gatos; diferentes entre sí; como no; jamás diría “un perro y tres gatos que son el mismo gato repetido temporal y espacialmente tres veces; suman dos animales, que unidos son una conjunción de dos especies; una sola conjunción finalmente. El límite que un hombre establece al contraponer esencialmente “lo mismo”, es inexistente en la conclusión, pero no en la manifestación propiamente tal; las identidades tienen su propio límite intrínseco, al verse enfrentadas consigo mismas.

El límite de lo mismo ante sí es diferente a la naturaleza propia de aquello idéntico.

La naturaleza de un límite que desaparece en la sobre-posición de lo contrapuesto es, o sería la Nada más plena, que en definitiva surge como una puesta en escena en el universo como la manifestación del cero.

1 - 1 = 0

Comprenderán que semejante mentira concreta (“1 - 1 = 0”) obedece a que los números son originados, en el pensamiento humano, como abstracciones de cosas o eventos más bien enumerables, que no pueden ser comprendidos o aprehendidos, en la medida en que se piense que e-f-e-c-t-i-v-a-m-e-n-t-e “1” (como número) es idéntico a sí mismo en el Universo como tal; como abstracción física; sí; como física manifestación elemental de carencia de atributos expresamente asentada en realidades tan fenomenológicas como por ejemplo la salida del sol por el oriente del hemisferio sur, en la ciudad de Rengo, Chile.

Es claro que siempre hemos pensado al número como aquello existente, no en el mundo metafísico, sino que en el mundo físico propiamente tal, pero como aquello menor posible que actúa desarrollando la creación (por decirlo de alguna manera simple)

Más misteriosa que la unidad es la abstracción plena del número dos.

Hablamos, por cierto, desde un puente no matemático; esto es meditación filosófica;…

…la unidad paradojalmente, como abstracción de la realidad puede adherirse a sí mismo y formar una dualidad, pero en sí es único e impensable de repetir. El conteo del mundo nos dice que hay un solo número “1”; no más, salvo en la construcción de funciones, sean cuales fueren, ya que desde ellas se expresan las correspondencias de un elemento en otro.

Paradoja expresa; la abstracción matemática se basa en la abstracción de la realidad; la abstracción matemática no es abstracta en sí. La abstracción, por definición no es indiferente a la realidad; abstrae quien resta, resta quien tiene número que reducir al menos; abstrae en suma quien tiene mundo que someter a reducción.

La abstracción, en síntesis, no es abstracta; la abstracción no es una idea que sea aplicable desligándose de la realidad.
La abstracción matemática no es abstracta en sí, dije, por cuanto ella proviene de actos naturales de resta explícita.
La abstracción es tan natural como el florecimiento en primavera, el celo de las arañas de rincón o las migraciones de las garzas blancas, que año con año se allegan a árboles en mi ciudad y bombardean de excrementos a los transeúntes, las calles, las aceras y los vehículos (¡jáh!)

Límites entre Él número, abstracto por un lado y natural por esencia.

¿Cual límite es aquel que no es sino negación de lo que culmina en sus extremos, bordes, términos o confines?

Límite cuya presencia es en las identidades como cero, cual contraposición de identidades plenas…

…”Cero”; cual evento es aquel que es límite de números idénticos sobrepuestos; cero que es nada más una ausencia que se manifiesta como expresión de identidades; el cero es límite de identidades; nada hay sobre las identidades; ni antes, ni durante, ni después, podremos decir.

El menor de los límites se expresa como la nada manifiesta que es el cero; el conjunto vacío podríamos decir también; el conjunto intersección vacío.

El límite propiamente tal es ausencia de identidad en la expresa presencia de yuxtaposiciones en contigüedad o proximidades de alguna naturaleza.

Los límites son naturales, cual aurora u ocaso manifiesto.

Sin límite no hay multiplicidad; sin ellos el Universo no surge ni aparece; de alguna manera limitar es crear variedad.

(De alguna manera siento que este tema se desgrana infinitamente, es hora de terminar por ahora)
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Diccionario RAE-Encarta:
límite. (Del lat. limes, -ĭtis).
m. Línea real o imaginaria que separa dos terrenos, dos países, dos territorios. 2. Fin, término. U. en aposición en casos como dimensiones límite, situación límite. 3. Extremo a que llega un determinado tiempo. El límite de este plazo es inamovible. 4. Extremo que pueden alcanzar lo físico y lo anímico. Llegó al límite de sus fuerzas. 5. Mat. En una secuencia infinita de magnitudes, magnitud fija a la que se aproximan cada vez más los términos de la secuencia. Así, la secuencia de los números 2n/(n+1), siendo n la serie de los números naturales, tiene como límite el número 2. ~ inferior. m. Mat. En un conjunto de magnitudes, magnitud máxima que es inferior a todas las del conjunto. ~ superior. m. Mat. En un conjunto de magnitudes, magnitud mínima que es superior a todas las del conjunto. sin ~, o sin ~s. locs. adjs. Que carece de límites. 2. Muy grande, enorme. 3. locs. advs. Con desmesura

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