[Cuando llega el padre a su hogar en el piso 31, encuentra a su hija sola y desnuda de pie en el balcón, en la última escena de la película. Este escrito consecuente recoge la actitud de este hombre y la transfigura]
¿Ves a tu padre a la espera del arribo del alma dispersa y desencajada entre la maraña de luces y abandono? Abraza el espíritu quieto a la saga del día En la calma de una despejada noche encubierta y en el tránsito de los cuerpos desperdigados Soy Aquel que desciende hacia el valle de las lágrimas Mis pies se deshacen en tu fragor y mis manos se entrecruzan con tus ropajes abandonados Aspira el aire de la mañana y dispón tus temores Solos estamos y nada lo atenúa Caminamos atolondrados Miramos el color y ante él nada se atraviesa Una vez Hace unos años Dibujé a una hermosa mujer desnuda Sobre una pequeña columna griega hecha de molduras y capiteles En ella se erguía inocente como lo haría una maceta Donde las flores deslumbran y anteponen su fragancia Estaba yo tras esa niña y me curvaba ante su cuerpo como lo hace el espacio en los planetas que abriga De tal modo que mi propia condescendencia era su candoroso esplendor Como si el propio amor determinara su estadía en la columna de cuya cúspide desplegaba como un solitario tulipán Entonces puedo ser el padre que al abrazo del alma solitaria curva la vida y la existencia Como el Cosmos se curva ante sus naves de esférica disputa en el tránsito expansivo de las rocas y la inmensidad Caemos hacia las cónicas y elásticas serranías de la creación Para ser embajadores del Padre que abraza el ser Como soy la curva virtual del abrazo a la niña sobre su solitaria columna Adonde desnuda su belleza y desolación Ya que solitariamente enfrentamos La desdicha y la mismísima satisfacción henchidos de pesadumbre y éxtasis Como la suerte desordenada ante la mano que coge al número premiado Confundidos con el amor que transfigura y con la existencia que abrazamos A los pies o en la cúspide de nuestras propias columnatas de egoísmo y martirio Siempre expuestos Como Jesús Nazareno A la discordia del viento y su contienda Como si fuera un solo centro de arribo extendido en los núcleos de caridad y desidia Que la gracia de Dios Padre Todopoderoso Creador del Cielo y de la Tierra recaiga sobre todos nosotros y sobre aquellos que de nuestra potencia de amor y régimen dependen Ahora y siempre Por los siglos de los siglos Amén
1 comentario:
Puede que el final (textual) "Que la gracia de Dios Padre Todopoderoso Creador del Cielo y de la Tierra recaiga sobre todos nosotros y sobre aquellos que de nuestra potencia de amor y régimen dependen Ahora y siempre Por los siglos de los siglos Amén" moleste a algunos por lo aparentemente pechoño, pero ¡me gusta como suena! ¿qué le voy a hacer?.
Publicar un comentario