
Pero ¿qué cresta vamos a hacer cuando logremos eso, y la mayoría de los educandos establezcan sus propios parámetros de eficiencia, destino y productividad?. ¿No será que en el fondo es solo una prédica esta, que apunta a dar caramelos de digna individualidad a una masa que nunca de los nuncas ha estado preparada para darse su propio sentido de vida y realización?.
Yo creo que es demagógico apuntar a horizontes situados por encima de la verdadera conjunción de contigüidad de cielos y ámbitos terrestres. ¿Qué diablos quiere hacer la gente con su vida, aparte de los pormenorizados sujetos que conforman las mínimas excepciones a la regla?.
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